Mantenimiento de parques

Columnistas, Opinión

Los parques dentro de la urbe, son vitales para el bienestar de los ciudadanos al proporcionar espacios para el esparcimiento como refugio natural y de protección. La imagen sobre el mantenimiento de las especies vegetales, cuidado de los senderos; limpieza de las áreas verdes, de entretenimiento y servicio de comidas, hablan de la calidad de servicio ambiental al que tenemos derecho quienes acudimos a los parques a disfrutar de espacios sanos y agradables, considerados los pulmones de las ciudades y en lo que se invierten nuestros impuestos.

A primera vista, en el parque de Las Flores, la higiene de los senderos es deplorable, cada tramo hay desechos de perros; igual sucede en áreas verdes de recreación y en los juegos infantiles; se observa basura y descuido. A alguien no le importó tomar cerveza junto a heces fecales por cerca de la laguna. No hay que ser experto para observar que los árboles asoman enfermos, sucios, negros, llenos de plagas, sin la poda necesaria, maleza crecida, faltos de abono, fumigación y riego oportuno.

El rótulo de Ambato, con los jardines colgantes, tienen una pudrición alarmante; algunas plantas están muertas; el olor a desagüe y orines es notorio; la hierba crece sin control sobre el cemento. Llegar a donde había un estanque con peces y encontrarla abandonada. Es entender la poca importancia sobre el mantenimiento de un área que debe ser agradable a la vista, llena de vida con el agua limpia; hasta el colorido de las plantas se ha perdido. El agua pestilente, verde, ganada por las algas es repulsivo, los peces se habrán muerto y es mejor retirarse del lugar. Ni pensar en sentarse al ver esas banquetas sucias, despintadas y basura por el piso.

Pasamos al otro lado del parque; la imagen no cambia, cables de luz y de riego salen groseramente de la tierra. Al centro de la pista se observa agua sucia y basura. Más allá hay casetas de negocios abandonadas, con grafitis. Una cabina de información, con triste imagen en medio de la nada.  De regreso caminamos hasta una feria, donde deambulan perritos sueltos cerca de una manguera de agua, tirada como quiera en el piso. Los comerciantes son gente amable con el visitante, le saludan al ofrecer sus ventas. Calmada la sed, caminamos hasta una alegoría en la mitad de un campo de hierba verde y fresca. Hay agua, hay vida y alegría para tomarse una foto, pero hay que caminar con cuidado porque el popó del perro abunda.

Los parques son necesarios en la vida ciudadana porque promueven la cohesión social y fortalecen la comunidad al crear espacios de encuentro y actividad física. Mejoran el ambiente urbano, mitigan la contaminación y regulan la temperatura ambiental. Corresponde a la municipalidad el mantenimiento de los parques, junto con estrategias de educación ambiental; y, para ello se requiere de personal dentro del parque que impida el consumo de alcohol, el mal uso con destrucción de los bienes y sobre todo que brinde seguridad a los visitantes.

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