Los colores y la colonialidad cultural

Columnistas, Opinión

Para analizar la clasificación social que de sí mismos expresados por una minoría de estudiantes afrodescendientes, cuyo acercamiento etnográfico lo hice, acompañado de una reflexión a partir de la colectividad de argumentación decolonial, esta investigación me dio como resultado una tendencia al blanqueamiento étnico-racial, los estudiantes se categorizaron de acuerdo con una gradación de los colores de la piel, así entonces, entendí que los seres humanos se autoidentifican por el valor supuestamente que recibirían de la sociedad, que una persona es mejor valorada dentro del endo-grupo (favoritismo)  cuanto más se acerca a la piel percibida como blanca, esa enseñanza habían recibido de parte de sus padres,“si tú te autoidentificas como negro, vas a perder privilegios”,  me sorprendió más, cuando  me dijeron que no  descendencia de África, por aquello  acudían al alisamiento de su cabello, dejaron el pelo rizado y el uso de las trenzas, porque los compañeros y docentes los estigmatizaban con gestos y acciones discriminatorios.

Tal situación no es nueva ni casual y atañe a las dinámicas de dominación cultural como efecto de la colonialidad, lo que responde a los cánones impuestos por una larga e histórica dominación cultural, aludimos a la colonialidad cultural, entendida como las relaciones de dominación de la cultura europea con respecto a las otras, que consiste en primer término, en una colonización del imaginario de los dominados, es decir, actúa en la interioridad de ese imaginario y represión sistemática de los modos y recursos de producir conocimientos, imágenes, significados y perspectivas, seguida de la imposición del uso de las formas cognitivas y de expresión de los dominantes, así, lo europeo se impuso como imagen mistificada, modelo universal al que todos aspiraban.

La negación ontológica y de las facultades cognitivas de los sujetos racializados y colonizados, consiste en cuestionar su humanidad, inicialmente mediante las concepciones según las cuales, los indígenas y los “negros” no tenían religión, ni tampoco conciencia. Luego, con la descalificación epistémica, a partir de privilegiar el conocimiento en la modernidad.

La implicación del blanqueamiento no solo encuentra como escenario principal  de incubación en el sistema nacional de educación, son también los entornos locales y familiares en los cuales los estudiantes están inmersos a ser recreadores de las representaciones negativas que el “negro” o afrodescendiente tiene sobre sí mismo, este fenómeno es uno  de los causantes para que el Censo del 2023 refleje una caída del 3 puntos del porcentaje de negros/afrodescendientes que deberían  autoidentificarse  como tal, y esto sumado al genocidio estadístico del Estado hacia este grupo minoritario étnico. (O)

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