Ley de Creación de Oportunidades / Paul Viteri Albán

Columnistas, Opinión

Durante la última campaña presidencial, fui uno de los muchos que apoyó abiertamente la candidatura de Guillermo Lasso, esto en razón de que era el menos malo; y bueno, tampoco es que teníamos mucho de donde escoger, algo en lo que talvez varios de ustedes coincidirán conmigo. También debo reconocer que dentro de su propuesta existían varios temas con los que coincidía política e ideológicamente como, por ejemplo, la no subida de impuestos, reducción del gasto público, mano dura contra la delincuencia y especialmente el generar políticas que incentiven la inversión privada.

Después de lo anotado, y con lo presentado la semana anterior en la Asamblea Nacional, haciendo referencia a la tan publicitada y esperada ley de creación de oportunidades, parecería que algunos de los temas a los que hago referencia se le olvidaron, ojo, no estoy diciendo que todo sea malo, pero empezare por mencionar que es indispensable que el gobierno entienda que la reforma debe ser estructural, es decir, no podemos seguir cargando con el peso de un estado obeso, en pocas palabras no es solo necesario equilibrar “ingresos con egresos” sino más bien es indispensable ordenar el gasto, tal cual lo hacemos en nuestros hogares cuando el dinero no alcanza, primero analizamos el presupuesto familiar para luego recortar los gastos suntuarios o innecesarios.

Al parecer la historia de que cada gobierno ajuste los bolsillos de las personas para solucionar las cosas es una historia sin fin, debido a que la burocracia sigue creciendo y el gasto no disminuye, y claro quienes terminan pagando lo que se gasta innecesariamente es el pueblo, que ahora por tener un patrimonio mayor a quinientos mil dólares es considerado millonario, algo que tampoco considero sea verdad. Una clara muestra es la zona rural donde existe personas que tienen grandes extensiones de terreno (que no están produciendo) es decir tienen patrimonio, pero no dinero en el bolsillo (liquidez), y adivinen son los que tendrán que pagar por ser los que más tienen según el estado.

En cuanto a la delincuencia tenemos claro cuál es nuestra realidad, debido a que todos los días los titulares en prensa, redes sociales y demás medios de comunicación son “Robaron gasolinera, asaltaron a transeúnte, carro robado, negocio asaltado, joven apuñalado por tres dólares”, y así un sin fin de  actos violentos a los que estamos expuestos en nuestro día a día, algo con lo que la ciudad, provincia y país no puede más, mientras muchas de las autoridades están ocupadas en temas sin trascendencia como visitar emprendimientos, como si eso cambiara algo. Ya va siendo hora de que sintonicen su trabajo con las necesidades de los ciudadanos, y sobre todo apliquen la tan publicitada mano dura contra la delincuencia.   (O)

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