Lady Diana

Columnistas, Opinión

Lady Diana Salazar Méndezla, conocida últimamente como “dama de hierro” o “fiscal de hierro”, por los que ven con buenos ojos su labor, aunque sus detractores la llamarán siempre “fiscal diez sobre 20”, acapara la atención dentro del Ecuador y fuera del país por sus actuaciones contra el crimen organizado. 

No es la primera mujer fiscal del Ecuador, este mérito le corresponde a Mariana Yépez (1999-2005). Lady Diana nació en 1981; estudió Ciencia Política y tiene un doctorado en Jurisprudencia, una maestría en Derecho Procesal y es especialista en Derecho Penal Económico y en Derechos Humanos. Si bien, su trabajo de titulación está cuestionado por plagio, ha salido bien librada de esta acusación. También forma parte de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya.  

Desde el año 2019 en que llegó al cargo más alto de la Fiscalía General del Estado, empezó su notoriedad en la opinión pública, al procesar al expresidente Rafael Correa, recomendando la pena máxima para él y logrando su condena. Jorge Glas, exvicepresidente de Correa, también experimentó la mano fuerte de Salazar. Actualmente Glas es huésped incómodo en la embajada de México, en Quito, para no volver a prisión, por solicitud de la Fiscalía. Otro caso relevante es el llamado FIFA Gate, que terminó con una condena de diez años para el expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga. Los títulos de “fiscal de hierro” o “dama de hierro” parecerían ser suficientemente atinados.  

Mucho más todavía, si se cuenta las revelaciones recientes de la corrupción que contamina varias instancias que deberían garantizar la justicia y seguridad del Estado. Metástasis y Purga, nombres con los que se bautizó lo peor de la podredumbre que ensucia todos los estratos de la administración de justicia, policía, periodismo, política, seguridad,… posicionan a la Fiscal como una funcionaria, no perfecta, pero sí valiente y temeraria. 

Los detractores no se cansarán de criticar en ella hasta los mínimos errores, el ensañamiento, la selectividad, la lentitud o la rapidez con la que actúa algunas ocasiones. Esto no significa desconocer que está arriesgando su integridad física al atacar estructuras criminales poderosas. Hay ciertos casos en los que se conoce poco avance, pero en los que están a la vista, la Fiscal debe recibir todo el apoyo ciudadano y gubernamental sin condicionamientos. (O)

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