Dune y el poder de la adaptación

Columnistas, Opinión

Años después de haber publicado Dune, una de las novelas de ciencia ficción más importantes e influyentes, Frank Herbert se dio cuenta que su trabajo no tuvo el efecto que esperaba. Muchos de sus lectores consideraban al protagonista Paul Atreides como un héroe, el arquetípico elegido de una profecía, destinado a triunfar sobre sus enemigos y dominar el universo. En realidad, Herbert buscaba contar una historia mucho más compleja en su novela, utilizando a Paul y a todas las circunstancias que terminan por convertirlo en una figura mesiánica como una advertencia: Cuidado con los líderes carismáticos y el fanatismo religioso. 

Hace poco se estrenó la adaptación cinematográfica de la segunda parte de este libro, dirigida por Denis Villenueve, la cual ha sido un éxito con la crítica y audiencias generales. La película altera muchos aspectos sobre el libro, pero creo que uno de los cambios más importantes tiene que ver con el énfasis que pone sobre la ambigüedad moral de su protagonista y el peso de sus decisiones. A diferencia de los libros, que necesitaron apoyarse de sus secuelas para enfatizar sobre el punto que Herbert quería comunicar, la cinta logra ser mucho más clara mostrándonos exactamente cuales serán las consecuencias para Paul si decide tomar parte en esa “profecía”.

Es una alteración muy evidente al viaje del héroe, el cual normalmente empieza con ciertas dudas o miedos antes de lanzarse hacia su destino. Aquí en cambio, el verdadero “desafío” para Paul Atreides recae por completo en no luchar ni ser el salvador del pueblo oprimido que lo resguarda. Es muy claro para la audiencia que, al hacerlo, la venganza, el poder y la influencia religiosa tendrán consecuencias catastróficas para el universo y los billones de inocentes que lo habitan. Esta película es en mi opinión uno de los escasos ejemplos en los que la adaptación supera al material de origen, logrando corregir los errores del autor y enfatizar en el verdadero mensaje que estaba tratando de plasmar. Dune: Parte Dos demuestra que las adaptaciones no tienen que ser necesariamente fieles, siempre y cuando entiendan profundamente la obra original y busquen hacerle justicia.  (O)


martinsevillah@hotmail.com

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