La presión de los subsidios / Editorial
En el año 2020, el valor que pagó el país en subsidios a los derivados de petróleo fue menos de la mitad del 2019, lógicamente por efectos de la pandemia. El Ecuador, desde hace varias décadas, subsidia los combustibles (gas, diesel, gasolina).
El inicio de la explotación petrolera en los años 70’ ilusionó a todos y se crearon los subsidios a los derivados, ya que, como teníamos petróleo, eso bastaba para exportar crudo e importar combustibles. Éramos un país rico, se decía en esa época.
Con el pasar de los años, el subsidio a los derivados de petróleo se ha convertido en una carga difícil de manejar para los gobiernos de turno y, sobretodo, hoy que se tiene vendida nuestra producción petrolera futura, a China y Tailandia. El valor del subsidio lo asume el gobierno y en el 2019 fue de $1.157,5 millones mientras que en el 2020 fue de $525 millones. En el año 2014 se gastó $3.648,1 millones. Actualmente, en el parque automotor, solo en diesel, hay un ahorro de $85 millones.
Estos valores subsidiados se podrían destinar a Salud y Educación; lamentablemente, esas áreas no verán esos recursos, ya que el destino es subsidiar combustibles. El gobierno ahora busca disminuir el valor destinado al subsidio y ha creado bandas móviles de ajuste de precios al diesel y las gasolinas extra y ecopaís, no se topa al gas licuado, esto implica aumentar o disminuir el precio en un 5%. Esta medida busca disminuir el alto peso de pago de subsidios y la presión sobre los ingresos estatales y así destinar recursos a otras áreas.