LA ANSIEDAD EN niños y jóvenes/ Paúl Viteri Albán

Durante los dos últimos años académicos, nuestros niños y jóvenes se han visto obligados a recibir clases de forma remota, en algunos casos con la ayuda de sus padres y en otros no; y, aunque la finalización del último año lectivo fue relativamente presencial, las dudas y vacíos académicos con los que retornaran a las aulas en los próximos días son diversos, además de tener un sentimiento de miedo, especialmente por el cambio repentino de modelo de educación.

Existen trastornos psicológicos como la ansiedad, que de una u otra manera, serán difíciles de detectar o tratar en nuestros niños y jóvenes, en razón de que en muchos casos y en la mayoría de las instituciones educativas no brindan un verdadero y efectivo soporte psicopedagógico, un tema que evidentemente se les ha pasado por alto a la administración estatal en cuanto a educación.

Hay varias acciones que como padres podemos tomar al respecto, empezando por elegir una institución educativa de ser el caso, que tenga una importante área psicopedagógica, buscar información profesional sobre como podemos ayudar a nuestros hijos en el caso de que presenten cuadros clínicos de ansiedad, conversar con nuestros hijos, haciéndoles sentir nuestro respaldo y sobre todo generarles un ambiente seguro y reforzar siempre lo positivo sobre ellos y sus acciones.

Con relación a la pandemia por el covid – 19, debemos anotar que los protocolos de bioseguridad deberían continuar, además de que las instituciones educativas, especialmente particulares o privadas, deberían contar con espacios alternativos diferentes a las aulas, en donde los estudiantes puedan adquirir conocimientos sin la necesidad de estar encerrados en cuatro paredes.

En definitiva, se enfrentarán a nuevos retos debido a que en muchos casos existirá resistencia a volver a las aulas, debido a que para ellos les resultaba mucho más fácil estudiar en casa, donde por su puesto lo podían hacer a su ritmo y sin la presión que puede ejercer un maestro en clase.

Es esta ocasión quise escribir sobre este tema, debido a que hasta hace algún tiempo era algo a lo que personalmente no le había dado la importancia necesaria, esto porque, asumía que lo único que mi hijo, quien está ingresando a la adolescencia necesitaba era estudiar en un colegio donde yo pensaba que estaba a gusto, aunque a decir verdad, y una vez que le di atención requerida, no se imaginan las sorpresas con las que me encontré.