Javier Cuesta: “No aprendemos lecciones anteriores”

Ciudad

Javier Cuesta, gerente general de ‘Plasticaucho Industrial’. (Foto El Heraldo)

El gerente general de ‘Plasticaucho Industrial’, Javier Cuesta, se lamentó por el nivel de violencia que se viene viviendo durante dos semanas y considera que como país no aprendemos las lecciones de experiencias anteriores.

Señala que tanto autoridades nacionales como representantes indígenas deben desarrollar la capacidad y habilidad del diálogo para evitar que se vuelva a caer en la misma problemática que se dio en octubre de 2019.

Son dos eventos, con el de hoy, que tienen que llamarnos a una reflexión en la forma de cómo se interactúa como sociedad, porque es imposible salir adelante como nación y tener una convivencia apropiada.

Tras la pandemia las empresas y más ciudadanos se adaptaron a una nueva realidad poniendo en práctica la resiliencia; sin embargo, la confrontación entre ecuatorianos están dejando marcas que difícilmente se podrán solucionar a corto plazo, añadió.

Ante ello, indicó que será necesario dejar de lado estas experiencias negativas de las paralizaciones, por lo cual es indispensable que los líderes elegidos democráticamente y de los movimientos sociales desarrollen la capacidad de que no esto no se repita; caso contrario, estamos condenados como sociedad a vivir en esta permanente confrontación.

No se explica cómo unos ecuatorianos impiden ejercer los derechos a otros. Unos quieren imponer por la fuerza su voluntad, pues no es el camino, medio o forma, dijo Cuesta.

Con todo esto, hay que exigir al Gobierno Nacional brinde mayor atención a la gente que reside en las comunidades indígenas y solucionar sus graves problemas.

Destacó que las dificultades no pasan por la reducción del precio de la gasolina, sino en que la zona rural acceda a una mejor educación, más canales de riego y tecnología.

Para el empresario ambateño estar en constantes protestas dejan como consecuencia una nula inversión sea nacional o extranjera; es decir, no se crearán nuevas fuentes de empleo.

Las afectaciones se sienten en empresas pequeñas, medianas y grandes. Sus propietarios ya deberán pensar en cómo harán para cancelar los salarios la semana venidera sin tener ingresos por dos semanas.

A pesar de esta realidad, envía un mensaje de optimismo, pues el esfuerzo y dedicación llevará a días mejores al país.

No hay que esperar que el Estado arregle los problemas, ya que cada persona labra su propio destino, pero con exigencias a autoridades y a la misma sociedad para que haya una mínima capacidad de convivencia pacífica y que se respeten los derechos y se cumplan las obligaciones, puntualizó Cuesta. (I)

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