Inseguridad y Emprendimiento/ John Tello Jara

Nos encontramos en el undécimo lugar entre los países más peligrosos de latinoamérica, aspecto que involucra inestabilidad en el momento de invertir. Parece que estamos acostumbrados a ver el noticiero y como que ya no nos llama la atención los secuestros, sicariatos, asaltos, crímenes y tráfico de drogas. Vivimos momentos álgidos en la sociedad ecuatoriana, lo cual repercute que no nos encontremos seguros ni al interior, peor afuera de nuestro domicilio. Esta inseguridad tiene efectos colaterales deprimentes que se plasman en el deterioro de la generación de empresas; es difícil que los emprendedores se concentren en los negocios, generen riqueza y mano de obra. Hoy vemos locales con cámaras de vigilancia, con guardias de seguridad y con botones de pánico, destacando que hemos regresado a la «buena vecindad», es decir a aquellos tiempos en los cuales nos conocíamos todos los del barrio y nos apoyábamos ante toda circunstancia o problema que nos rodeaba. Pedir al gobierno, hoy más que nunca que genere una política de seguridad , la cual debe tomarse de la mano con leyes que se generen en la asamblea e «implorar» a los jueces que no dejen libres a los delincuentes, es el clamor de los ecuatorianos. La inseguridad está generando desempleo, desvío de inversiones extranjeras que podrían ingresar al país, desaliento de los propios empresarios nacionales, quienes prefieren esperar, a que las «cosas se calmen» para retomar su negocio. Esperemos que las mesas de diálogo entre los manifestantes y el gobierno llegue a un consenso, ya que de no ser así se generaría otro tipo de inseguridad que en nada beneficia al país.Los ecuatorianos queremos invertir, pero si no tenemos el clima adecuado en materia de seguridad, poco a poco se esfumarán las posibilidades de un crecimiento de la economía ecuatoriana.