Indígenas conservan tradiciones artesanales
Los artesanos de los pueblos indígenas también tratan de reactivarse a pesar de la crisis que ha generado la pandemia.
Es así que ponchos, bayetas y anacos se siguen fabricando en la comunidad Ramosloma de Salasaka. Estas prendas son elaboradas por Zoila Quinapanta.
Su taller funciona en su propio domicilio. Allí tiene dos telares que tienen más de 50 años de historia, ya que heredó de sus abuelos.
Hacer un poncho necesita de tiempo y paciencia. Eso contribuye a que estas prendas sean confeccionadas con garantía y durabilidad. El material utilizado es lana de borrego.
El costo de un poncho oscila en los 400 dólares. Con esto se financia todo un proceso en que hay que pagar a los ayudantes.
La bayeta cuesta alrededor de 50 dólares. También requiere de bastante dedicación para fabricarla.
Zoila Quinapanta aseguró que no solo hacen prendas para la comunidad indígena de Salasaka, sino para el resto de pueblos como Chibuleos, Quisapinchas, Tomabelas y Pilahuines.
Siente satisfacción de que sus productos son adquiridos por extranjeros que valoran mucho las costumbres y tradiciones ancestrales. Las prendas son exhibidas en la Plaza Central de Salasaca y Llikakama. (I)
