Indígenas confían en el turismo comunitario

Interculturalidad
Francisco Masaquiza es el emprendedor turístico. (Foto El Heraldo)

A pesar de la crisis que se vive hoy, los indígenas tienen confianza que esto va a cambiar, por lo que seguirán creyendo en el turismo comunitario.

Es así que una de las alternativas de turismo es la Hostería Salasaka. Ubicada en la comunidad Patuloma, donde se ofrece a los visitantes hospedaje, alimentación, danza, música, limpias, agricultura, purificaciones, paseos, ‘tzwar mishki’, telares y lugares sagrados.

Su propietario es Francisco Masaquiza, quien indicó que el turista tiene la oportunidad de conocer la historia de este pueblo indígena, disfrutar de la naturaleza y pasar instantes de intercambio cultural.

El emprendimiento es familiar. Cada miembro tiene la misión de difundir tradiciones y costumbres de los Salasaka y con ello los visitantes valoren los ancestros de esta agrupación étnica.

Masaquiza cuenta que los paquetes turísticos son para tres días. Los costos son accesibles. Todo dependerá del entusiasmo y ganas de saber de la historia del pueblo.

La hostería cambió de imagen con el propósito de incentivar la presencia mayoritaria de nacionales y extranjeros. 

“A este lugar vienen a descansar y convivir con los Salasaka que somos una cultura inmensa”, dijo.

Salasaka es parroquia del cantón Pelileo de la provincia de Tungurahua. La lengua es el ‘Runa Shimi’ (Kichwa) y el castellano como segunda lengua.

El grupo étnico de los indígenas Salasaka es el más importante de la provincia y ocupan aproximadamente 20 kilómetros cuadrados.

Sobre su origen algunos consideran que son descendientes de antiguos mitimaes procedentes de Bolivia. Otros estudios plantean un parentesco con los Puruháes. Actualmente se considera que su población supera los 15 mil habitantes. Están organizados en alrededor de 18 comunidades.

La vestimenta de los hombres consiste en camisa y pantalón blanco de lienzo, un poncho negro largo y angosto y un sombrero de lana de color blanco adornado con una cinta de color rojo o verde, alpargatas de cabuya o descalzos. 

La mujer utiliza una falda negra, sujeta con fajas y colores follones, fachalina negro con morado, blusa blanca con decoraciones de color morado.

En Salasaka hay construcciones de barro, madera y teja. Está relacionada con mingas, donde los vecinos ayudan y contribuyen con materiales y fuerza de trabajo. 

La agricultura, ganadería y artesanía inician a temprana edad. Un aspecto muy característico de los Salasaka son sus exquisitos tapices, que son tejidos a mano en telares antiguos. 

Muchos de los diseños muestran diversos aspectos de sus vidas; también tejen ponchos, suéteres, bolsos, sombreros y otros artículos. (I)

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