Gran depresión / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión


La Gran Depresión fue una crisis económica a escala mundial que afectó profundamente a la sociedad.

Este fenómeno fue el resultado de varios factores: ambiciones, especulación y la falta de control del Estado. Lo que se llama Crac del 29, marcó el inicio de la Gran Depresión. Entre el 24 y el 29 de octubre de 1929, los conocidos jueves y martes negros, se produjo el desplome de bolsa de valores de Nueva York y la caída de la mayor economía mundial de la época. La recesión se tornó generalizada en EEUU y después en Europa. La crisis derivó en el auge de gobiernos totalitaristas que posteriormente empujaron el inicio de la Segunda Guerra Mundial. La recuperación fue lenta y dolorosa. El siglo XX tuvo muchas crisis económicas posteriores y otras tragedias de las que el mundo logró reponerse.

Nuevamente los cimientos de la sociedad global se estremecen, esta vez por una pandemia. El COVID-19 genera una sensación perturbadora e insólita de la que quisiéramos conocer su desenlace. En este corto tiempo aún sabemos poco del nuevo coronavirus y se especula mucho sobre su origen.

La realidad pospandemia es incierta. Algunas publicaciones presienten varios escenarios. La generalidad de autores afirma que nos encontramos frente a un turning point (punto de retorno) de la historia reciente. Hay quienes piensan que este es el momento oportuno del reshape, es decir, la remodelación del orden internacional [Campbell, K. M. y Doshi, R. (2020)]. Otros predicen la creación de un nuevo orden mundial liderado por China [Walt, S. (2020)]. Un posible escenario sería la aceleración la historia en lugar de su rediseño [Haass, R. (2020)]. Una nueva era de cooperación global también aparece como utopía [Žižek, S. (2020)]. Y otros creen que se consolidarán los nacionalismos para socavar el libre comercio [Han, Byung-Chul. (2020)]. Lo único cierto es que no hay nada que impida una recesión global, otra gran depresión.

Para los países económicamente débiles hay pocos caminos. En el caso ecuatoriano será necesaria la intervención organismo multilaterales, es decir, más deuda externa y será inevitable reestructurar presupuestos, reducir inversiones, despedir trabajadores, bajar sueldos, crear impuesto disfrazados de “colaboración solidaria”, privatizaciones, etc.  Para las potencias mundiales la pandemia es la oportunidad que esperaban para dibujar un nuevo orden mundial, para nosotros la opción es sobrevivir. (O)

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