Fiesta de Los Reyes Magos / P. Hugo Cisneros

Columnistas, Opinión

Comparto con gusto lo que tengo registrado en mi libro Escuchemos y -ivamos la palabra de ediciones san Pablo.

Sentido de la fiesta de hoy

En los pueblos orientales cris­tianos hoy es la fiesta de la Navidad.

Para todos nosotros, que no pertenecemos al pueblo judío, pueblo de Dios, hoy, día de la manifestación de Cristo ( eso significa epifanía) a los pue­blos gentiles, representados por los magos, es el verdadero nacimiento de Jesús para la humanidad. Desde este acontecimiento, narrado por el evangelio de hoy, Cristo pasa a ser «propiedad de todos los hombres», Cristo se constitu­ye en Salvador para todos.

Quisiern. que nos pusiéramos en el senti­do de esta fiesta, tan propia de los hom­bres de «buena voluntad» para ir descu­briendo en la manifestación, epifanía de Cristo, la gran fiesta de la luz a la que nos convoca Isaias, es la fiesta de la mirada renovada, y es la fiesta de la generosa entrega.

Hoy es la fiesta de la luz

Levántate, brilla, que llega la luz…. Este día es el momento de aceptar definítivamente a Dios como luz que ha per­manecido y que permanecerá siempre luminosa en nuestro horizonte de hom­bres. Dios nunca ha dejado de brillar. Lejos de nosotros nuestros pesimismos, nuestras ganas de sentimos abandonados, nuestros derrotismos. Dios nunca ha fallado, pues brilla con luz propia y distinta (hemos visto su estrella). Sin embargo, como nos enseña la ciencia, nunca la luz de las estrellas llega directa­mente, así también Dios-Luz llega a tra­vés de sus destellos.

Cuando descubrimos en la lucha por la justicia, la libertad y la paz de los pue­blos, las ansias, los anhelos y los dere­chos de los seres humanos, allí brillan los destellos de la luz de Dios, allí está Él presente.

Cuando salimos de nuestra comodidad y nos comprometemos. no sólo con el cambio de nuestra vida, sino que nos esforzamos por crear un mundo y una humanidad renovados, allí está el deste­llo de la luz que es Dios.

En la comunidad que sufre, canta, lucha y se compromete en comunión con los pastores, allí están los destellos de Dios y por su intercesión podemos llegar a la luz de su presencia. ¿De qué sirve que exista una estrella, su luz, sus destellos, si no hay una mirada nueva que lo contempe?.

Hoy es la fiesta de la mirada renovada

Es necesario que aprendamos a mirar como los magos. No lo que nos conviene, lo que nos interesa, lo que nos puede dar gozo y placer. Es bueno que nos apropiemos de la mirada de los magos: una mirada de niños, limpia, sincera, pura, alegre (te doy gracias), Padre, porque has revelado, has dado la capacidad de mirar de una manera nueva, a estos mis pequeños) y no la confundamos con esos “espejismos” que vienen lo de abajo. Es de anhelarse que nuestra mirada sea clara y certera para saber “ponernos en marcha”como hicieron los magos, hasta llegar a Cristo, la fuente de toda luz.

Hoy es la fiersta de la generosidad y de la entrega

Si hemos mirado y descubierto la luz a través de sus destellos y hemos encontrado a Cristo, no podemos permanecer con los brazos cruzados. Es necesario que abramos, como los magos, nuestros cofres para entregar a Cristo el oro de nuestro corazón, el incienso de nuestra alabanza (proclamado las alabanzas del Señor, 1. Lect.) Que en lugar de lo que pedimos, aprendamos a ofrecer a Dios los dones recibidos.

Si hemos descubierto la Luz-Cristo, como los magos, regresamos a nuestra familia, a nuestro trabajo, a nuestra sociedad anunciando con nuestra palabra y con nuestro ejemplo que “por seguir la luz nos encontramos con Cristo”. (O)

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