Exijamos facturas / Ec. Mg. Diego Proaño PhD

Columnistas, Opinión

Una vez aprobada y publicado en el registro Oficial, la Ley Orgánica de Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal, la cual dicho sea de paso estuvo 30 días en poder de la Asamblea Nacional, no se pusieron de acuerdo, por tanto no se cambió ni un punto ni una coma al texto original enviado por el ejecutivo, los comentarios no se han hecho esperar, unos a favor y en otros en contra. Entre los negativos, llama mucho la atención, aquellos escuchados a “especialistas, técnicos”, periodistas, empresarios y opositores al régimen, respecto al contenido del artículo 40, sobre el establecimiento y cálculo de montos máximos para que contribuyentes puedan hacer uso de las rebajas por gastos personales, se nota claramente una trampa para incrementar el número de aportantes de impuestos para 2022, no solo porque la tarita de Impuesto a la Renta comienza con 5% para quienes ganen 2.000 USD en adelante, hasta llegar a 37%, sino porque además de bajar la base de pago para los contribuyentes, también se les quita la opción de una mayor deducción de sus gastos personales, que hasta este año será de hasta 14.709 USD, pero a partir del próximo año solo podremos deducirnos 4.984 USD, en resumen pagar más impuestos.

Bajo este pretexto mucha gente manifiesta que si ya no les servirá mucho para su deducción del I.R, las facturas de sus gastos personales, entonces para qué pedir facturas. Gigante error, porque mas allá de poder o no deducirse sus gastos con algunas facturas, debe ser un derecho exigir y de los ofertantes de un producto o servicio la obligación de emitir factura, primero para evitar la evasión y elusión tributaria que a decir del Banco Mundial, en Ecuador se lleva 6.000 millones de USD, segundo porque quien vende algo debe estar formalizado a través del sistema tributario emitiendo facturas, tercero el dar factura le obliga al emisor a pagar su impuesto a renta más real, además de cobrar o retener el impuesto al valor agregado IVA al consumidor final y finalmente porque el mismo gobierno al recaudar más impuestos, garantiza la sostenibilidad fiscal, mayor disponibilidad de recursos para obra pública, inversión social, salud, educación, seguridad ciudadana y por ultimo por cultura tributaria.

Desde 1998 cuando Elsa de Mena llego al SRI para revolucionar y modernizar  a esta institución, se han hecho esfuerzos permanentes para profundizar la cultura tributaria en Ecuador, no en vano 23 años después 9 de cada 10 ciudadanos pagan voluntariamente sus impuestos sin esperar sanciones ni multas, precisamente por ello no debemos alimentar la evasión tributaria sin exigir facturas por toda transacción comercial. Mas allá que nos sirva o no para deducirnos gastos personales, exijamos facturas, todos tenemos la obligación de declarar nuestros ingresos, gastos y declarar oportunamente el pago de impuestos, estos representan el 45% de los ingresos del Presupuesto del Estado, con lo cual permite funcionen y nos den servicios todas las entidades públicas a los ciudadanos. EXIJAMOS FACTURAS EN TODO MOMENTO. (O)

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