Estudiantes en modalidad presencial

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En una importante medida, el lunes 4 de marzo de 2024, se anunció que el 100 por ciento de las instituciones educativas del país han regresado a la presencialidad, cumpliendo así la última fase de este esperado retorno.

Un total de 31 instituciones educativas del régimen Sierra – Amazonía, distribuidas estratégicamente en las provincias de Imbabura (1), Cañar (8), Morona Santiago (1) y Pichincha (21), que aún permanecían en la modalidad de “no presencialidad”, también se sumaron a este retorno, brindando a sus estudiantes la experiencia invaluable del aprendizaje en aulas físicas.

La decisión de reanudar las clases presenciales se tomó después de un minucioso análisis realizado por los equipos técnicos del Ministerio de Educación. Estas decisiones se basaron en rigurosos criterios de seguridad establecidos por las instituciones del orden, garantizando así un entorno propicio para el desarrollo académico y social de los estudiantes.

En el Distrito Metropolitano de Quito, 21 instituciones educativas reabrieron sus puertas, acogiendo a 6.251 estudiantes y 365 docentes. Este retorno representa un paso crucial hacia la normalización de la educación en la capital del país.

Además del retorno a la presencialidad, el Ministerio de Educación ha implementado una medida adicional para garantizar la seguridad y bienestar de la comunidad educativa. Se ha instruido a todos los establecimientos educativos a aplicar los “Lineamientos para la prevención, preparación y respuesta ante la presencia de eventos peligrosos asociados a conmoción social (emergencias antrópicas) en el sistema educativo a nivel nacional”. 

Estos lineamientos tienen como objetivo permitir a las instituciones educativas responder de manera organizada y sistemática a los efectos negativos de eventos peligrosos, reduciendo así los riesgos o previniéndolos, y brindando orientación a la comunidad educativa para prepararse, responder y recuperarse en situaciones de emergencia.

Con este retorno generalizado a la presencialidad y las medidas de seguridad implementadas, se espera que la comunidad educativa del Ecuador disfrute de un entorno educativo más enriquecedor y seguro, contribuyendo al desarrollo integral de las futuras generaciones. (I)

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