Ese halgo que te hace diferente / John Tello Jara

Columnistas, Opinión


Conversábamos con amigos de la infancia sobre los motivos que incidieron para contraer nupcias matrimoniales, las múltiples respuestas me invitan a ser una reflexión; es que me llegó la hora, mi novia estaba embarazada, nuestros padres planificaron todo desde que éramos niños, estaba perdidamente enamorada, era muy bonita, etc. En realidad, las respuestas fueron diferentes, algunas daban risa y otras nos embarcaba en el diario de una telenovela al estilo mexicano.

Hubo una respuesta que me llamó la atención, fue de Betty (nombre ficticio) quien me dijo que su esposo no era tan apuesto como su anterior novio, pero que al decidirse valoró mucho los detalles que aquel tenía; era como vivir una historia de amor diferente todos los días y eso marcaba mi ser, todo era una aventura.

Quiero tomar estas palabras y trasladarlas a nuestras empresas para revisar la aventura que tienen nuestros clientes al ingresar a los establecimientos, analicemos, el local sigue siendo el mismo sitio aburrido de compras o talvez el producto no ha variado en lo absoluto en los últimos meses o peor aún años?

Los colores de la pared siguen siendo los típicos aburridos que no atraen los deseos de compra?, la estantería no ha sido cambiada de acuerdo a la última tecnología o al menos no se ha movido dentro del propio local?

Sus colaboradores utilizan uniforme?, llevan consigo tarjetas de identificación?, tienen conocimiento del producto estrella?, están al tanto en las estrategias de la calidad en la atención al cliente?, la música del local está al tono con la edad de los clientes?, en general son varias las interrogantes que debemos realizarnos para marcar ese algo que nos hace diferentes.

Porqué prefieren irse a la competencia y, se alejan de manera paulatina de la empresa? esa es la pregunta que debemos formularnos y retroalimentarnos con información; por inconcebible que parezca, son los mismos clientes quienes nos entregan información respecto a los cambios que desean tanto del producto, cuanto del establecimiento, de los vendedores o de valores agregados y, los reajustes no necesariamente se relacionan con dinero. (O)

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