Empresas taurinas piden a Cultura ayudar al sector

Interculturalidad
Los organizadores de espectáculos taurinos están sujetos al código CNAE 9.000 referente a «actividades de creación, artísticas y espectáculos». (Foto archivo El Heraldo)

Madrid, (EFE).- La Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET) ha enviado una carta el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para exponerle la «gravedad de la situación» por la paralización ante el coronavirus y pedir que se realicen las «acciones necesarias» para ayudar a este sector.

En un comunicado, la citada organización explica que su carta se produce tras la reunión telemática mantenida entre los integrantes de ANOET, en la que, además, se han establecido los protocolos a seguir, el plan de trabajo y coordinación más eficiente para velar «por los intereses de los que forman parte del espectáculo, incluidos los aficionados».

También han decidido reunirse (siempre por videoconferencia) cada dos días y han llegado a un acuerdo de solidaridad entre empresas para que, una vez que se retome la temporada, las ferias que queden ahora aplazadas y puedan celebrarse en un futuro no se solapen unas con otras.

Ese es el caso de las Fallas de Valencia, la Magdalena de Castellón o la Feria de Abril de Sevilla, además de otros ciclos de menor categoría, sin olvidar que la pandemia mantiene todavía en jaque otras ferias importantes como la de San Jorge en Zaragoza, la de San Pedro Regalado en Valladolid, la de Jerez de la Frontera, la de Córdoba y, la joya de la corona, la de San Isidro en Madrid.

No obstante, según fuentes de Anoet, la empresa taurina podrá acogerse al paquete de medidas urgentes aprobadas por el Gobierno para aliviar a las pequeñas y medianas empresas con motivo de la pandemia del coronavirus y que ha paralizado toda actividad cultural en el país, incluidos los toros.

«Es lo único a lo que nos podemos agarrar ahora mismo, pero tampoco es que estas medidas vayan a salvarnos de una situación muy preocupante para todos y en la que, de no actuar cuanto antes nuestro interlocutor (el Ministerio de Cultura), las secuelas pueden ser tremendas para toda la industria», apostillan las fuentes. EFE

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