El populismo en Ecuador / DR. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

Si con mi sangre podría contribuir con mi nación, seguro que no me importaría derramarla para su independencia y progreso (GB). Suena bonito, pero en vísperas de elecciones es pura demagogia, oratoria o populismo.

La política de los países latinoamericanos ha experimentado varios procesos dramáticos de transformación en los años de penumbra revolucionaria.

Procesos de globalización e integración, la Gran Recesión (disminución de la actividad comercial e industrial que comporta un descenso de los salarios, de los beneficios y del empleo) y la presencia migratoria han aumentado los sentimientos de neurosis política y descontento popular.

Todo esto es el caldo de cultivo y la miel de los dioses para la proliferación de la vorágine populista.

Los actores del populismo van germinando de la miseria global, del desempleo, del caos democrático, del oportunismo electorero y de la desdicha perversa de un sistema explotador comunistoide, sociolisto y capitalista cruel.

En elecciones, estos actores políticos extraviados, aberrantes y oportunistas se convierte en los mesías, gurús y redentores; sin embargo, en su fondo psicopatológico son inminentes y preclaros populistas y demagogos, son unos jugadores decisivos y sapos en el ámbitos social, electoral, político y colectivo. Son unos alhajas, oritos y reliquias, diría mi abuelita María.

Estos homos populistas, una variante primitiva del homo saphiens, emergen como larvas, gusanos o duendes en las entrañas de los partidos políticos populistas y demagogos.

Siempre se identifican con seductores mensajes como: juntos haremos patria, Guillermo es diferente, soy futbolista no político, la educación es lo primero; honestidad, justicia y libertad; lo mejor está por venir, vota con todas tus fuerzas, hasta la victoria siempre, renace el país, de la mano con el pueblo y bla, bla, bla.

Una élite politiquera, egoísta, egocentrista, que se devora y canibaliza entre ellos mismos y que salen en búsqueda de las inocentes y verdaderas quejas del pueblo para disque resolverlas.

Estimado lector visualice la omnipresencia, el dinamismo, la retórica, la literatura, filosofía y dogma del discurso político como los alcances políticos cruciales de los discursos y descubra las actitudes populistas en los candidatos a las diferentes representaciones populares.

La presencia de las ideas populistas entre los partidos políticos es revelada por la presencia de mesianismo, desprendimiento extremo, excesivo desprendimiento, sobredimensionado patriotismo parroquial o cantonal.

Nos enfrentamos a una guerra publicitaria de candidatos unos más guapos o guapas que otros, con sonrisas signas 2, con peinados moco de gorila, con ropa Versace o Tomi HF o Armani; perfumados hasta las chiripiolcas, engominados piel, cabello y uñas; atentísimos con los indígenas, negros, guaguas y mendigos, llenos hasta la coronilla de propuestas demagógicas populistas.

Luego vendrá el pseudo discurso populista durante su campaña politiquera ofrecerán salud, educación, agua potable, fuentes de trabajo, puentes 8 vías, cama, dama y chocolate; sin embargo, cuando gana las elecciones dice cantando: “Pero no me acuerdo, no me acuerdo. Y si no me acuerdo, no pasó. Eso no pasó. Yo no me acuerdo, no me acuerdo Y si no me acuerdo, no pasó. Eso no pasó”.

Todos los bocones politiqueros demagogos ofrecerán el oro y el moro, la igualdad material, el odio en contra de una clase o «casta» los pelucones, la oligarquía o el imperialismo a la que le acusarán de todas las calamidades imaginables.

Como sabemos desde George Orwell, esta fantasía igualitaria termina con el grupo que la promueve viviendo como la casta oportunista que se las pasa enriqueciéndose ilimitadamente en regímenes corruptos cuyos líderes se rodean de lujos, piscinas y placeres obscenos producto de sus actos de corrupción, mientras «el pueblo» que dijeron encarnar sufre la persecución más brutal y la falta de libertad.

Estimado lector a cuidarse del engaño populista y demagógico, este es el preámbulo de la Tiranía y la Dictadura. (O)

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