El muro de los lamentos

Columnistas, Opinión


En los últimos días se escucha una y otra vez a las nuevas  autoridades, lamentar, quejarse sobre la gestión de las autoridades salientes de las cuales algunas de ellas también formaron parte, esto ha sido un denominador común y una herramienta de la novel autoridad para justificar y denunciar cosas negativas en las que recibe la administración, si bien hay tiempos de cierre de actividades de la gestión saliente y simultáneamente inicio de la entrante, lo que se denomina transición, empero la tónica es culpar al saliente de todas las dificultades del entrante. Ante este escenario que vemos aplican algunas autoridades, que al estilo de encontrarse en el Muro de los Lamentos como el de Jerusalén o como una suerte de comisaria de quejas, la ciudadanía requiere soluciones no problemas.

Los electores apostaron por las autoridades como una tabla de salvación a los problemas que vivieron los últimos tiempos en la administración pública, por ello lo menos que quieren escuchar es el monologo de quejas que los anteriores no hicieron o lo hicieron mal. En este contexto es urgente e importante que quien asume un cargo mas bien se dedique a presentar propuestas de solución a necesidades de su comunidad, mas aun considerando que las propuestas de campaña comienzan a correr el plazo de cumplimiento desde el primer día de gestión y sobre todo porque la ciudadanía requiere soluciones inmediatas no quejas. Los candidatos aceptan su postulación a sabiendas que se encontrarán con inconvenientes que deberán resolver lo mas pronto posible, porque ese es el rol por el cual tuvo la confianza a través del voto.

En verdad la ciudadanía aun esta a la espera de propuestas, proyectos, planes, ejecuciones, leyes, decretos, ordenanzas, normativas que las autoridades propongan, la expectativa sigue latente y el tiempo apremia, debemos salir de la zona de confort, pensar y actuar con innovación, nuevas ideas, disrupción si queremos cambiar el destino de la ciudad, provincia y país. Nos aprestamos a una nueva fiesta democrática y es necesario que se analice bien las alternativas antes de otorgar nuestro voto, no es posible improvisaciones, ni los mismos de siempre, tampoco los inexpertos, no se puede seguir cual probeta experimentar con cero kilómetros que van a aprender, tampoco los viejos políticos que solo viven de eso sin experiencia en el sector privado, un hibrido de experiencia entre lo público y privado, innovadores, visionarios, pero sobre todo honrados, sinceros, sensatos, que entiendan lo que significa el termino SERVIDOR PUBLICO. (O)


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