El feminismo y patriarcado. / Aracely Silva Cadmen.

Columnistas, Opinión

Existen varios temas en la actualidad que causan controversia, entre ellos es el feminismo y patriarcado. En tiempos pasados no se daba relevancia en lo que tiene que ver con estos dos temas tan trascendentales, pues,  se creía que lo correcto era un hombre con poder y una mujer sumisa; pero en la actualidad, la sociedad en la que nos desarrollamos está más pendiente de esto, y ahora las personas emiten sus diversas opiniones en torno a los movimientos feministas y la erradicación de las dinámicas patriarcalesque vulneran los derechos de las mujeres y hombres por igual.

En la historia la acepción que se le ha dado al patriarcado es la designación que otorga la autoridad al varón – jefe de familia; en la actualidad está caracterizado por profundos aspectos de violencia, y la mujer como parte de ese universo; la desigualdad de género, instituida por una estructura social patriarcal, en la que han prevalecido conductas discriminatorias en el ámbito familiar, laboral y social, producto del poder asignado al género masculino.

Se conoce que el patriarcado está profundamente arraigado en nuestra sociedad y alcanzar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, sigue siendo una de las principales exigencias dentro de nuestra comunidad.

Desafortunadamente, se ha heredado un pensamiento patriarcal, cuyas raíces aún siguen presentes en algunos hombres e incluso el de las mujeres; cuando las madres permiten conservar y propagar la idea del hombre todopoderoso, alrededor del cual deben manejarse todas las decisiones y cumplirse las órdenes que emita.

Es por ello que ahora hay muchos movimientos que defienden y están tan presentes en diversos acontecimientos que suceden en nuestra sociedad; todos encaminados a que se respete los derechos y que exista justicia, con la finalidad de tener equidad entre hombres y mujeres. No obstante, la escuela como la familia son parte medular de una formación integral del individuo, por ellos es de gran importancia generar valores y principios en torno a la igualdad de género.

Está en nuestras manos convertirnos en entes de apoyo y construcción de una mejor sociedad; la responsabilidad está dentro del hogar, dónde debemos empezar por inculcar a nuestros hijos el verdadero valor de la vida, y enseñarles valores y principios, así como el respeto tanto a hombres como mujeres, con la finalidad de que siempre prevalezca la igualdad y la justicia.

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