Tráfico y obras / Editorial

Editorial

     Tras la reactivación de clases presenciales en planteles educativos céntricos de la urbe ambateña, en horas del mediodía, la congestión vehicular, se vuelve tediosa, ya que, la falta de presencia de agentes de tránsito en ciertas vías de alta congestión, es nula. 

    A esto se suma que, obras municipales que, si bien son aplaudidas para beneficio colectivo ciudadano, se cuestiona que, primero se debe concluir una obra y luego realizar otra, ya que, el cierre de vías y calles que son desfogues necesarios, se genera más congestión en horas pico, volviéndose caótica la circulación vehicular.

  Pese a que la municipalidad ambateña trabaja a favor de los ambateños, se cuestiona la socialización de proyectos en ciertos sectores, ya que, al estar retomando una nueva normalidad, se debe laborar en base a eso y cambiar el chip de que ya no estamos confinados; la gente ha vuelto a sus quehaceres anteriores. 

   El desarrollo arquitectónico de una urbe en vías de desarrollo, sin duda, será una apuesta al futuro de una ciudad, con fines de expansión urbanística, dando ese plus de llegar a ser una metrópoli importante dentro de un país, siempre y cuando, de la mano, se lleve una planeación estratégica, sin colapsar otros ámbitos como es el tráfico vehicular.

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