Protejamos las Reservas / Editorial

Editorial


El Banco Central del Ecuador se convirtió en prestamista del gobierno por una ley  que permitió que las reservas del Banco que acumulaba 12.600  millones de dólares se canjeen, en la época del correato, con papeles o bonos para inyectar recursos y financiar al gobierno de turno. Actualmente, la reserva que los bancos tienen y que sirve para proteger los depósitos de los ecuatorianos en la banca suma unos 6.000 millones de dólares en efectivo y la diferencia está en papeles que, difícilmente, se pueden negociar o hacer efectivo al corto plazo.

Ahora se habla (en campaña electoral) de utilizar esa reserva efectiva para pagar la deuda del Gobierno Central a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADS) del Ecuador y también  entregar 1.000 dólares a un millón de familias. Como discurso suena bonito pero la realidad es diferente, ese dinero no es del gobierno es de los depositantes del sistema financiero ecuatoriano.

El gobierno actual  busca proteger y blindar, a través de la Ley de Defensa de la Dolarización, estas reservas para que no hagan caja chica al Banco Central de estos recursos. Por dos ocasiones, el Consejo Administrativo de la Legislatura de la Asamblea (CAL) que la compone siete asambleístas rechaza este proyecto de ley económico urgente, que envía el ejecutivo, atribuyéndose funciones que solo lo podría determinar la Corte Constitucional. ¿A qué juega el CAL para boicotear el tratamiento en el pleno de la Asamblea de esta ley urgente?. Es la pregunta que se hacen los ecuatorianos. (O)

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