Libertad de prensa / Editorial
Ayer fue una fecha importante para los medios de comunicación, día que celebra la Libertad de prensa, aspecto fundamental y de trascendencia para los medios que conformamos una objetividad para informar acontecimientos de relevancia pública de interés político, social, cultural, económico, entre otros aspectos hacia el público al que nos debemos.
Lastimosamente, ciertos sectores, ciudadanos y personajes “conocidos” ahora llamados ‘Influencers’ confunden la libertad de prensa frente a la libertad de expresión, ya que, son conceptos sumamente diferentes en muchos ámbitos, primero por el hecho de aplicar ética comunicacional para brindar noticias contrastadas con fuentes certeras y de carácter oficial, más no una opinión subjetiva de índole personal.
En el Ecuador, en estos últimos años, creemos que, en ciertos temas, el respeto a la libertad de prensa ha sido nulo. Han existido trabas para dar a conocer información de peso, misma que ha sido censurada y, a su vez, la investigación periodística continúa siendo limitada sin tener acceso a fuentes, sobre todo, en el plano gubernamental, sumándose a centenares de agresiones y sanciones a periodistas, así como medios informativos desde 2008.
La Ley de Comunicación, sin duda, condicionó a la prensa ecuatoriana, durante diez años, con multas, rectificaciones y persecución al periodismo independiente, generando una ‘ley mordaza’, tildándonos como “prensa corrupta” a los periódicos, radios y televisión por hacer un trabajo objetivo con transparencia por decir solamente la verdad, denunciando actos de corrupción en diversas esferas del Estado que, lastimosamente, todavía, en ciertos espacios de poder, se mantienen actos y juegos sucios. (O)
