A propósito del Día del Trabajo / Econ. Diego Proaño Córdova

Columnistas, Opinión

Al inicio de semana se recordó el día internacional del trabajo, marchas, movilizaciones, discursos y acusaciones en todas las ciudades del país fue la tónica, unas con razón y otras con exageración, lo cierto es que a propósito de esta conmemoración mundial y el cumplimiento de dos años del régimen de Guillermo Lasso, es importante hacer un análisis de la propuesta del candidato a la presidencia de la Republica que generaría un millón de empleos (adecuados) en los cuatro años de gobierno, sin embargo por factores propios como ajenos, hasta el momento no se ha cumplido a pesar de haber transcurrido el 50% de la gestión.

Los datos del INEC son fríos, de un total de 8’329.980 personas que forman parte de la Población Económicamente Activa, tan solo 2’881.193 personas tienen empleo adecuado, con todos los beneficios de ley, seguridad social, trabajan las 40 horas a la semana y ganan al menos el salario básico de 450 dólares.

Se supone que quienes están en subempleo (1’643.088 personas), mas los 3’503.033 personas que tienen una actividad no remunerada (915.994), no clasificada (12.052 trabajadores) y con empleo no pleno (2’574.987), deberían ir enrolándose como empleo adecuado, sin embargo en el último año entre marzo 2022 el empleo pleno tenían 2’721.202 trabajadores, a marzo 2023 subió a 2’881.193, es decir 159.991 en un año que seguro salieron del desempleo o subempleo y pasaron a ser plenamente empleados, cuando la propuesta era incrementar 250.000 fuentes de trabajo al año.

Por otro lado, también se observa que aun sigue la inequidad, porque a pesar de que la población ecuatoriana tiene un componente femenino del 52%, empero en el tema laboral solo el 40% se emplean las mujeres y el 60% hombres. La verdad es que aun se siente la desconexión entre lo publico y lo privado, entre lo macro y lo microeconómico, entre lo gubernamental y lo empresarial, por ello mientras no se direccione políticas públicas en beneficio del empleo, con una reforma laboral integral, no se apunte los recursos a la inversión pública en infraestructura, que dinamice la economía del sector privado, con una mayor y más efectiva inversión social mas focalizada y no se redistribuya en presupuesto estatal con mayor aporte en educación, salud y seguridad, difícilmente se recuperara la economía personal, familiar, emprendedora y empresarial. Que se baje el déficit del presupuesto del Estado si, que se incremente las reservas internacionales sí, pero también el sector privado requiere beneficiarse con más oportunidades laborales, de inversión, de seguridad y tributarias. (O)

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