Las parroquias rurales y la migración / Editorial

Editorial

Desde hace algún tiempo, existe un fenómeno migratorio preocupante en las parroquias rurales de Ambato, esto especialmente a consecuencia de que a partir de las incalculables pérdidas económicas por la pandemia del covid – 19 y el paro convocado por los movimientos sociales de nuestro país que terminó de aniquilar la economía tan venida a menos de los habitantes de esta zona de la ciudad.

Digo esto, porque hace unos días llegó a mi casa, un ahijado de matrimonio Marco, oriundo de la parroquia rural de Picahiua quien a más de ser abogado de profesión, también se dedicó por varios años a la fabricación de calzado, a decirme “padrino vengo a despedirme, aquí ya no hay futuro”, me comentó que la oficina jurídica que la tenía arrendada con otro colega, la tuvo que entregar a consecuencia de la pandemia, ya que no podía seguir pagando un arriendo sin trabajar; y, que a consecuencia del último paro nacional, el hecho de no poder trabajar por prácticamente un mes, terminó de liquidar su negocio de fabricación de zapatos que ya venía agonizando.

Al despedirse, me dijo algo que retumba en mi cabeza “ya se adelantó mi hermano y su esposa, en la época que estaban dejando pasar por México, y hace unos meses también se fue mi hermana, por lo que solo falto yo”, es decir, está migrando toda la familia y dejan a sus parejas e hijos acá, con la idea de en algún momento, si la situación mejora llevárselos, según me dijo.

Tomando como base lo que había conversado con Marco, tome contacto con varios dirigentes comunitarios, quienes me han manifestado que el número de viviendas deshabitadas en sus zonas rurales va en aumento y que incluso ellos tienen que obligar a las familias que se marchan a dejar a otro pariente a cargo de la casa, debido a la cantidad de hechos delictivos que los azota, además, apuntan a que entre el 40 % y el 50 % de la población se ha marchado desde la zona rural de nuestra urbe hacia el exterior.

Con todo lo anotado, existe un problema todavía mayor y es el hecho de qué por ejemplo, hace un tiempo atrás se supo de una persona de una de las comunidades de Ambatillo, que murió en su intento por alcanzar la frontera con los Estados Unidos de Norte América, dejando un dolor inmenso en toda su familia, además de la deuda que este había adquirido dejando como garantía la casa donde hoy viven su esposa e hijos, una dificultad que de seguro tendrán que afrontar los deudos en el futuro. 

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