Las dos versiones / Editorial

Editorial


Esta semana inició con la noticia de la salida del Embajador del Ecuador en Washington. El gobierno por un lado dijo que había que dar un giro a la relación con Estados Unidos y fortalecer los términos comerciales y buscan otro perfil de embajador para esta iniciativa, por lo que se le solicitó la renuncia. La otra versión es la del renunciante Fernando Carrión, quien se desempeñó como Embajador por más de dos años.

Carrión había dicho que presentó su renuncia por desacuerdos con el programa de vuelos de vigilancia aeromarítima de los aviones norteamericanos y que se realizaban sobre territorio ecuatoriano.

El objetivo de los vuelos era el de implementar la seguridad del país sobre todo por la proliferación de las redes internacionales del narcotráfico. Se firmó un convenio y los aviones volaban sobre nuestro territorio. El beneficio es enorme por la tecnología de los aviones de EE.UU. que ha logrado interceptar acciones ilegales en el país y la zona de cooperación.

Los desacuerdos entre el gobierno y el ex embajador Carrión, de ninguna manera, deben afectar  convenios  que, a la larga, dan más beneficios al país. Las relaciones comerciales deben aumentar con el país del norte que es uno de nuestros principales mercados de las exportaciones ecuatorianas.

Ecuador necesita dólares para que nuestra economía dolarizada se mantenga firme y  las buenas relaciones con Estados Unidos fortalecerán nuestras exportaciones y lleguen a ese mercado de más de 330 millones de personas y si el gobierno necesita de otra persona en la embajada para fortalecer esta relación comercial, el cambio es positivo.  (O)

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