Derechos y revés / Guillermo Tapia Nicola

Columnistas, Opinión


El carnaval dejó en descubierto: el incumplimiento y desmarque de acuerdo, adicional a la maniobra del proponente de la reunión, después de haber adelantado sus líneas de choque, generado confusión, berrinche, prepotencia, amenazas y suposiciones infundadas.  

No se hizo esperar la reacción de advertencia del otro sujeto político en cuanto a la viabilidad del proceso y la observancia de la ley. En tanto las redes se inundaron de comentarios y cuestionamientos sobre pertenencia, financiamiento, asesoría, viajes y compañías que terminan siendo materia de especulación.  

Tal parece que el día del amor y la amistad alborotó algunas terrazas y calentó el ambiente.   

Se sucede lo imaginable: una telenovela de cuatro capítulos y veintiséis epílogos. Una nueva invención circulando en los medios cada día.  Si se juntaron supuestos para dar forma a una propuesta amoldada a pretensiones y apartada de la ley, con la que se conminó al rival, a la institución electoral y al país a unirse. Todo el imaginario se vino abajo. Ya no tendrá la oportunidad de decir que se equivocó.   

Mientras el feriado, por instantes, logró bajar el nivel de euforia y cavilación política, las comunicaciones de los candidatos y sus expresiones públicas, así como la demora del pronunciamiento del CNE han agotado el intento de acercamiento o propuesta conjunta para fortalecer la transparencia.   

La teoría del «fraude» endilgado indistintamente a varios personajes, difícilmente podrá ser demostrada y por eso se busca una vez más la victimización y la amenaza, como respuestas. Crear el caos, es la meta de los desesperados.  

Resta insistir que procedan a la oficialización de resultados y de continuidad a la fase de impugnación pertinente. Que Dios provea de paciencia y serenidad. Que los candidatos -pensando en el país- dejen de lado sus personalismos. Que el baño de verdad y la transparencia dejen de ser una ficción carnavalera y se convierta en suficiente razón nacional de unidad que supere el calentamiento y de lugar a una situación positiva de cambio, gobernabilidad y desarrollo.  

Amén de manipulaciones, inmadurez y mediocridad intelectual que bien pudiera advertirse en el ambiente, queda en la retina el diálogo, debate o encuentro realizado, las posturas de los contertulios, la posibilidad de investigaciones electorales y penales a que hubiere lugar. Estas, serán la punta que desenrede el ovillo o, la que -dependiendo de las formas y los apetitos- enmarañe aún más la madeja.   

Se impone manualmente intentar elaborar con «dos derechos y un revés» una sola verdad en el tejido social, que afiance certezas y deje por fuera esas suposiciones que a todo conducen y en nada concretan.   

Si me equivoco, diré que lo lamento.   (O)

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