‘Clase amarilla’ unida ante la delincuencia

Ciudad
Los agremiados están atentos ante cualquier tipo de amenaza para arremeter con todo. (Foto El Heraldo)

En varias cooperativas de taxis se colocaron panfletos en los que se solicita dinero a cambio de no hacerles daño tanto a choferes como a sus unidades, esto ocurrió en la ciudad de Riobamba, pero ante dicha situación, los taxistas de Tungurahua están preparados y unidos para evitar esta clase de amenazas y abusos que impiden una convivencia pacífica.

Las amenazas entregadas a los agremiados de Riobamba provienen del supuesto ‘Cartel Jalisco Nueva Generación’.

El personal policial de dicha jurisdicción ya tomó las medidas del caso y ahora, los agremiados de esta provincia se mantienen en diálogos permanentes entre los cooperados para situar estrategias que les libre de esta situación.

El presidente de la Unión de Cooperativas de Taxis de Tungurahua, Manuel García, indicó que la inseguridad va llegando con fuerza a cada provincia y ahora ha ocurrido en la vecina ciudad de Riobamba, pero creen que no tardará en situarse en esta localidad.

“Tenemos pendiente un diálogo con el Ministerio del Interior para puntualizar nuestros pedidos que están enfocados en la seguridad. Sabemos que los compañeros taxistas de Quevedo, Portoviejo, Esmeraldas y Riobamba ya están amenazados sin poder trabajar libremente”, dijo.

Aclaró que el Gobierno Nacional ofrece espacios para el diálogo con mesas de trabajo, pero las autoridades provinciales hacen caso omiso a los pedidos de los agremiados.

García, aseguró que saldrán a las calles a exigir seguridad, pero sobre todo a impedir que personas de dudosa procedencia arremetan contra los socios.

En Tungurahua existen 2.500 agremiados y dentro de este número 2.183 socios son parte del cantón Ambato.

El conductor de taxi, Patricio Paredes, dijo que la situación cada vez es más peligrosa en Ambato, sobre todo pasado las 18:00 horas.

“Ya no se puede circular u ofrecer el servicio a partir de esa hora, porque hay personas que se hacen pasar por pasajeros y lo único que quieren es robar y matar. Como choferes estamos expuestos a los robos permanentes que en muchas ocasiones no denunciamos ya que es mucho trámite y pérdida de tiempo, sobre todo sin que exista por lo menos la recuperación del dinero o de devolución de prendas de valor que son quitadas por los ladrones”, explicó.

De igual forma, Antonio Culqui, conductor de taxi hace 30 años, manifestó que la inseguridad está a cada paso y no cuentan con protección, por lo que cree conveniente en la aprobación de una ley para que los ciudadanos se armen y arremetan contra quienes pretenden interrumpir la tranquilidad de la sociedad y de la familia. (I)

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