Cintas fílmicas: Cristóbal Cobo Arias Parte II / Jéssica Torres Lescano

Columnistas, Opinión

Entre las múltiples actividades del ambateño Cristóbal Cobo Arias estaban la agricultura, la ganadería, el comercio, la industria y la afición por la fotografía y el cine. Esta última fue el impuso para crear una empresa fílmica con el nombre “Equinoccial” en la década de los cuarenta dedicada a captar acontecimientos nacionales con un formato similar a un noticiero, es decir, la presentación de las cintas fílmicas mientras de fondo se escucha un narrador, el Señor Marco Paredes Tovar, que colaboraba con el relato. En la anterior entrega conocimos al autor, sus espacios de formación y sociabilidad. Esta ocasión nos preguntamos sobre la relación de Cristóbal Cobo Arias con el terremoto del 5 de agosto de 1949 y la primera Fiesta de la Fruta y de las Flores.

Es importante señalar que, en 1949 Cristóbal Cobo radicaba en Quito. A pocos días del terremoto, la preocupación por la familia y amigos lo llevó a trasladarse a Ambato. La visita fue aprovechada para recorrer toda la zona afectada, especialmente las provincias de Tungurahua y Chimborazo registrando con su lente los daños ocasionados por el movimiento terráqueo. Este no es un dato menor, porque se tratan de cintas fílmicas sobre el terremoto producidas en Ecuador y que se suman a todo el material en video elaborado por empresas internacionales como British News.

Como sabemos, años más tarde, el terremoto dio inicio a la Fiesta de la Fruta de las Flores. Así que, en febrero de 1951, la Comisión Ejecutiva Pro Fiesta de la Fruta contrató a la Empresa Filmadora Equinoccial para que registre los actos festivos y que finalmente sean presentados como películas. En el seno del Concejo Cantonal se autorizó que toda la agenda de la Fiesta sea acompañada de Cristóbal Cobo Arias (Crónica, 14 de febrero de 1951). Las cintas fílmicas registraron entre otros eventos, el desfile, la exposición industrial, el banquete, la exaltación a la primera reina de la Fruta. Además de la filmación, la empresa Equinoccial compartió con las autoridades, pobladores locales y visitantes una muestra de su trabajo durante los días festivos de febrero de 1951. El diario Crónica registró las muestras de admiración y felicitación de los asistentes:

“Por la nitidez de la filmación, por la pureza en su presentación por el acertado colorido, ciertamente, merece el mayor aplauso y el estímulo que puede y debe recibir una Empresa netamente ecuatoriana […] en todos estos documentos se nota mucha técnica en la filmación y al terminar, diremos como al principio, que merece el más cálido estímulo por una obra que manifiesta nuestro coterráneo Cristóbal Cobo: técnica y conocimiento (Empresa nacional filmadora debe merecer el mayor de los aplausos, 21 de febrero de 1951, 6).”

Las películas proyectadas a los asistentes fueron el campeonato bolivariano de Atletismo con la participación de la ambateña Susana Ramos, el campeonato sudamericano de Box, la carrera automovilística Tulcán – Quito y una corrida de toros organizada por la FAE. Para finalizar, es importante señalar que, la microhistoria de Cristóbal Cobo Arias es una puerta abierta para explorar la transición de las noticias escritas hacia la producción de noticias en formato cine cercanas a la industria del entretenimiento en el Ecuador. (O)

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