Caminando lento / Editorial

Con la aprobación de la última ley económica, que prevé recaudar para el Fisco alrededor de 500 millones de dólares, el gobierno cumplió parcialmente sus deberes con el Fondo Monetario Internacional antes de que se cierre el año. El siguiente desembolso en la línea de préstamo otorgada por el organismo internacional ya fue aprobado y en los próximos días 500 millones adicionales serán entregados. 

Con todo esto la economía ecuatoriana sobrevive. Aguanta, pero no levanta. Camina lento pero no corre. La paralización de octubre lesionó gravemente las empresas y empañó muchas de las perspectivas para el 2020. Las leyes aprobadas, más que encaminadas a la producción, tienen objetivos recaudatorios que tampoco permiten crecimiento. 

Lamentablemente, este parece ser el panorama general en lo que resta de este gobierno. Uno, a todas luces, de transición y gris. Complicado siempre por una herencia con excesivo gasto público y endeudamiento agresivo y caro, pero tampoco muy clara ni con una visión de país entendible para los ecuatorianos. 

Queda entonces fijar la mira para el último trimestre del 2020 y encaminar una recuperación para el 2021, con una administración nueva del Estado que entienda lo que hace falta para avanzar y crecer. (O)