Buen sentido del humor / Klever Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión

Si bien la risa puede considerarse una manifestación de la agresividad cuando nos burlamos de alguien, las risitas en pareja en la cama pueden expresar excitación sexual, e incluso sonreímos a alguien que pasa por nuestro lado a modo de saludo. Los estudiosos del comportamiento distinguen entre 18 tipos de risa. Sin embargo, sólo una variante es la expresión de la diversión espontánea, sincera y beneficiosa para nuestra salud.

Está comprobado que el tener un buen sentido del humor requiere de un agudizado ejercicio mental y una inteligencia fluida y creativa favoreciendo el desarrollo de la memoria a corto plazo. El buen humor está relacionado con la capacidad de observar al mundo sagazmente y darle un significado cómico, vivir las situaciones que nos lleve a captar y enjuiciar la realidad desde un modo cómico, risueño o ridículo de las cosas en vez de llorar y sufrir por éstas, es un contraveneno espiritual ante las adversidades.

Con la risa no solo se relajan los músculos de la cara, sino también los patrones de pensamiento, lo que provoca un cambio en la forma de ver las cosas. Se pretende que el paciente vea su situación, a las personas que le rodean y a sí mismo desde fuera y con una nueva perspectiva. A través de este nuevo punto de vista, la persona afectada tiene la posibilidad (según se ha comprobado) de recapacitar sobre su situación y de encontrar nuevas soluciones a sus problemas. Una persona alegre y risueña percibe su entorno de manera distinta a como lo percibe una persona pesimista. Debido a su gran ánimo y a su serenidad, las personas alegres son más sociables, más queridas por los que les rodean y por ello suelen tener más éxito a nivel social.

El inmunólogo estadounidense Lee S. Berk descubrió que los niveles de interferón gamma, células asesinas (anticáncer) y anticuerpos en la sangre son mayores en las personas que ríen. En la Universidad de Bologna el profesor Mario Ferné ha realizado estudios monitoreando reacciones inmunitarias a través de muestras de saliva para ver concentraciones de Ig A (parte de nuestro sistema inmunitario) comprobando un mayor refuerzo inmunitario en los que recibieron sesiones alegres. «La risa es el mayor enemigo del estrés», afirma la risoterapeuta Erika Kunz, durante la risa se liberan hormonas de la felicidad, llamadas endorfinas.

Un minuto de risa refresca y despeja tanto como 45 minutos de ejercicios de relajación. Sirve de ayuda para el estreñimiento, los dolores de cabeza y el insomnio. Acelera el ritmo cardíaco aumentando el aporte de oxígeno al cerebro, 40% menos de infartos, más promedio de vida, ayuda a mejorar la potencia sexual masculina, la revista Psychosomatic Medicine demostró que, expuestas al virus de la gripe, las personas con tendencia a exhibir emociones positivas eran menos propensas a enfermarse. Los hombres que más saben son los que menos se atreven a creer que saben y son los que menos incurren en el vicio anti-intelectual que se llama pedantería, soberbia, vanidad, bravuconería o arrogancia. (O)

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