Año nuevo, vida nueva / Hernán Guerrero

Columnistas, Opinión

“Año nuevo, vida nueva” es un dicho popular que significa que con todo inicio de ciclo se abren nuevas oportunidades, incluso para renovar nuestras vidas. Se usa, típicamente, entre la Nochevieja del 31 de diciembre y el año nuevo del 1 de enero, como saludo, bienvenida al nuevo año o invocación de cierto espíritu optimista a propósito del ciclo que recién comienza. En el imaginario popular, está arraigada la creencia de que todo cambio de año supone una renovación de ciclo, y que este siempre trae nuevos aires y nuevas oportunidades.

De ahí que la época de cambio de año sea usada por lo general para reflexionar y hacer un balance de los logros y reveses, durante el año. En este sentido, la época de año nuevo da pie a la renovación de objetivos y propósitos, a la adopción de nuevos hábitos o al abandono de viejas costumbres que se quieren dejar. De hecho, el dicho “año nuevo, vida nueva” contiene implícita la noción de que el año que pasó no estuvo a la altura de nuestras expectativas, o que no fue tan bueno como hubiéramos querido.

Así que invocar la idea de “año nuevo, vida nueva” significa también que si no se ha concretado algún proyecto o si se ha fallado en algún objetivo, podemos dejarlo atrás. Que este nuevo año  le vaya bien en todo lo que emprenda, que no sólo se quede en el deseo, sino que haga algo para que su deseo se cristalice, viva en la verdad, actúe con justicia, que sus hechos hablen más que sus dichos, bendiga, a quienes le maldicen, sonríale a la vida, sea optimista. Perdone, cuando deba perdonar, que sus huellas sean seguidas por quienes le aprecian. No le tema al fracaso, levántese, y siga intentando, mire a los problemas como una bendición que más temprano se solucionarán, Yo proclamo para su vida y para todos quienes me han leído, ya durante dos décadas, que vendrán bendiciones por todo lado, que les irá bien, que este nuevo año 2020 será de mucha cosecha y de muchos triunfos, son los deseos de este su amigo y servidor Abogado Hernán Marcelo Guerrero. (O)

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