Ambato, en la década de 1.940: La Mascota / Luis Alfredo Silva Zambrano.

Columnistas, Opinión

La Mascota, en la década de 1.940, era una tremenda subida empedrada, que se iniciaba cerca de la línea del ferrocarril, y terminaba, en La Avenida Olímpica. En la actualidad se denominan, Avenida Los Andes y Avenida Bolivariana, respectivamente.

En la mitad de la cuesta, un señor comerciante de licores y otros productos, puso a su negocio, el nombre de La Mascota, relacionándolo con el futbol, que practicaba en El Estadio de Bellavista; desde entonces, se comenzó a llamar al sector, La Mascota.

En el comienzo, existía una casa, de tres plantas. que resaltaba por su tamaño, por los colores blanco de la vivienda y azul, de sus puertas y ventanas. Ese gigantesco edificio, daba lugar a dos calles.

En esa década, los adolescentes se deslizaban por empedrado de la gran gradiente utilizando una tabla, engrasada en su base, llevando en sus manos dos pedazos de madera, forrada con caucho, que servían para frenar.

En los costados de la subida, existían estrechas aceras, de piedra labrada y gradas, para facilitar el ascenso e ingresar a las viviendas; algunas de esas tradicionales construcciones, todavía se observan, junto a modernos edificios.

Los edificios no solo se utilizaban como viviendas; los almacenes, eran ocupados por salones populares para la venta de variedad de comidas; peluquerías, con sus clásicos sillones, con una correa para afilar las navajas; ebanisterías, que mostraban las guitarras, que el maestro las tocaba, para atraer a los compradores; talleres, para elaborar trompos. Yoyos, valeros, juguetes de la época, muy apreciados por los niños y adolescentes; tiendas de moda, donde se confeccionaban, especialmente ropa para damas, y otras artesanías.

Luego de algunos años, en el lugar, se hizo un viaducto, denominado también, La Mascota, facilitando el transito de vehículos y el caminar de los peatones.

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