Acceso de afroecuatorianos a las universidades 

Columnistas, Opinión

La historia de dominación ejercida contra la población afrodescendiente desde su llegada en el siglo XVI, explica el inicio de una discriminación y exclusión social, económica y cultural; a pesar de ello, hemos resistido y con su fuerza de trabajo hemos contribuido al desarrollo del país.

El acceso a la educación superior para los afroecuatorianos ha sido muy limitado, esta realidad ha demorado mucho tiempo, inclusive su despertar y surgimiento, esta situación que ha provocado el reclamo de las organizaciones sociales afroecuatorianas demandando al Estado políticas de acción afirmativa para esta población históricamente discriminada.

Hay datos que, de cada diez jóvenes del Ecuador en educación   universitaria, solo cuatro están matriculados sea público o privada, y de los afroecuatorianos a penas el 0.2 % de ese número ingresan, lo que no permite disminuir los niveles de desigualdad y pobreza. 

¿Qué pasa con la población afroecuatoriana, cuáles son las causas por las que no ingresan a las universidades o Institutos superiores?  La pobreza, con ambientes insalubres por falta de servicios básicos; sobre todo la calidad de la educación y aprendizajes que no se alcanza en la escolaridad, debido que la mayoría provienen de un sistema educativo unidocente; y, por último, las bajas notas obtenidas en las pruebas de acceso a las universidades, los que provienen de la clase media y alta, tienen mayores posibilidades para acceder a mejor alimentación y capacitaciones. En estas circunstancias, los jóvenes afrodescendientes han optado por seguir carreras profesionales que les permita generar recursos económicos en tiempos relativamente cortos, y estas consisten en ser: policía, militar, agente de tránsito, guía penitenciario y guarda espaldas.

A pesar que el Art. 74 de la LOES, obliga y establece las Políticas de Cuotas a favor del ingreso al sistema de educación superior de grupos históricamente excluidos o discriminados como afrodescendientes e indígenas, no se aplica. Mientras no se supere la base económica estructural socialmente excluyente, se elimine el pensamiento colonial, tengamos gobiernos que respetan los derechos humanos universales,  se fomente el pluralismo y sobre todo que exista reparación histórica a través de acciones afirmativas, recomendaciones realizadas en la III Cumbre Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras Formas de Intolerancia, celebrada en 2001 por las Naciones Unidas, prácticamente han pasado más de 20 años y no se ha hecho casi nada, para los afroecuatorianos significa un asunto de justicia y dignidad que permite enfrentar de manera frontal el problema del racismo estructural practicado contra los afrodescendientes, y se convierte en un instrumento efectivo para superar la condición de pobreza, desigualdad y exclusión social, económica y política a la que históricamente han sido sometidos los sobrevivientes de la trata negrera transatlántica, acciones afirmativas  que implique el mejoramiento de la cobertura y calidad de los currículos, reducción del analfabetismo, acceso a la universidad y aplicación de la etnoeducación afroecuatoriana. (O)

 Cifam62@yahoo.es

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