Abril sequia mil

Columnistas, Opinión

Abril aguas mil, es un dicho del pasado, la ausencia de lluvias en el cuarto mes del año ha ocasionado que regresen  los apagones con la consecuente molestia de los usuarios del servicio eléctrico y si persiste el verano en las cuencas hidrográficas donde están las centrales hidroeléctricas, continuaremos con el programa de cortes de luz, nada se ha dicho para facilitar y agilitar la inversión que se requiere para potenciar el parque generador y cambiar la red de distribución vetusta. Si el gobierno no puede por falta de dinero, ¿Pues qué espera para concesionar, bajo criterios de responsabilidad y transparencia, este servicio a la empresa privada?

Este mismo fenómeno climático no solamente ocurre en Ecuador también afecta a   Colombia cuyo Ministerio de Energía resolvió limitar la venta de energía al Ecuador y se ha manifestado que sólo exportará  energía a nuestro país siempre y cuando no afecte la demanda dentro de su  territorio, incluso por los noticieros el Gobierno Colombiano a alertado sobre la necesidad de ahorrar el agua en todo su territorio dada la prolongada sequía, mientras tanto, en el Ecuador no hay inversión privada para la generación  hidroeléctrica por no permitirlo la Ley, algo inaudito y fuera de toda razón. A finales del 2023, el déficit de generación eléctrica se estimaba en 450 megavatios diarios, insuficientes para una demanda de 4.682  megavatios diarios y donde más se consume es en las urbes más pobladas como en la costa ecuatoriana a consecuencia de las altas temperaturas. Como república necesitamos y requerimos que el régimen  de inmediatas  soluciones  a la crisis  energética, con secretarios de energía que lo informen al presidente lo que dejaron como herencia gobiernos anteriores y trabajar en la inversión de  nuevas  termoeléctricas que vengan a sustituir a las hidroeléctricas, que por falta de lluvias, no  pueden trabajar en un ciento por ciento y los usuarios somos los que pagamos estas consecuencias.

El régimen debe tomar estos casos con la seriedad que lo amerita, pues, los apagones son sinónimo  de subdesarrollo. Y además  en medio de la globalización y el auge tecnológico. Como ya hemos dicho la industria, las empresas la educación, los hogares ecuatorianos no deben depender  su cotidianidad si llueve o no, es urgente adquirir nuevas  termoeléctricas así como reparar y mantener las hidroeléctricas y compensar  de esa forma la falta de lluvias, para no estar recurriendo nuevamente a la fe de que llueva  en las zonas altas y haya agua  para generar  energía a través de las hidroeléctricas, para no regresar a siglos anteriores como comprar las velitas para iluminarnos. (O)

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