Ecuador libera un ranking que nadie quiere

Un importante trabajo documental del investigador peruano @Percy Mayta-Tristán evalúa publicaciones académicas en revistas excluidas de la base de datos Scopus por falencias en la rigurosidad académica. En su investigación, encontró que, entre 2022 y 2024, Ecuador lidera publicaciones en revistas sin severidad, es decir, de 17,733 publicaciones se excluyen 1,169 revistas hasta mayo de 2025.
Además, en este ranking figuran publicaciones en revistas excluidas de Scopus, en orden: Perú (23,723 a 1,394), Cuba (6,712 a 267), Venezuela (3,690 a 66), Colombia (46,387 a 680), Bolivia (1,602 a 20), Paraguay (1,492 a 14), Panamá (2,478 a 21), México (83,626 a 691), Brasil (240,118 a 1,489), Chile (53,532 a 277), Costa Rica (4,442 a 22), Puerto Rico (3,201 a 14), Uruguay (6,035 a 17) y Argentina (44,455 a 117). Sus investigadores publican en cantidades que superan la calidad, excluyendo una verdadera rigurosidad en su proceso. Esta realidad busca opacar los filtros de calidad para aceptar revistas con artículos de alto impacto científico.
En Ecuador, el mencionado investigador peruano lista las universidades de donde proceden los investigadores que publican en revistas consideradas depredadoras, entre ellas: Universidad Regional Autónoma de los Andes (33.7%), Universidad Técnica Estatal de Quevedo (17.8%), Universidad de Guayaquil (17.2%), Universidad Técnica Particular de Loja (13.9%), Universidad Politécnica Salesiana (12.8%), Universidad Tecnológica Indoamérica (12.5%), Universidad Católica de Cuenca (11.5%), Universidad Nacional de Chimborazo (11.4%) y Universidad de las Fuerzas Armadas (10.3%).
Además, existe otro fenómeno: la propaganda desmedida en anuncios en redes sociales, donde se ofertan como cualquier objeto a precios módicos al alcance de cualquier bolsillo, e incluso publican temas de artículos donde pueden aparecer como autores sin haber aportado en la elaboración del artículo ni en el proceso de investigación. Con honrosas excepciones, algunas publicaciones muy prestigiosas cobran porque no cuentan con fondos de universidades, pero siempre mantienen su rigurosidad.
La publicación de artículos en revistas indexadas no debe considerarse por la cantidad sino por la calidad, sin que involucre prácticas deshonestas de algunos investigadores. Más aún, no debería limitarse solo a cumplir el requisito legal para la recategorización docente, que les permita el aumento de sueldo y financiamiento para futuras investigaciones. (O)
