La medicina ancestral y el poder de la Naturaleza

Me duele la cabeza, tómate una pastilla; me duele el estómago, tómate una pastilla; me duele el corazón, tómate una pastilla; me duele la pierna, tómate una pastilla; pensamos usual y comunmente que todo lo podemos solucionar con las famosas “pastillas” como si esas pastillas fueran mágicas sin generar efectos colaterales negativos en nuestra salud al final, tarde o temprano.
Al ponernos a pensar y analizar nuestra realidad un poco más, vemos que la medicina toda la medicina tiene su raíz en las plantas, sí en las plantas, en todas las plantas que podamos imaginar y si pensamos que en nuestro país hay una riqueza natural realmente poderosa entendemos que es ahi donde está la medicina para esos dolores que a veces podemos tener.
Sin embargo si vamos adentrándonos en la sabiduría ancestral y en la cosmovisión andina, podemos regresar a ver que nuestras enfermedades en realidad nos están diciendo algo de nuestro interior más que de nuestro exterior, incluyéndo algo que seguro no fue resuelto en nuestro linaje o con nuestros antepasados.
Científicamente el Dr. Yerpun Solar a quien lo pueden seguir en instagram con miles de seguidores en sus redes sociales, manifiesta con clara y destacada certeza que durante generaciones se repiten ciclos de situaciones que al no ser resueltas se vuelven a presentar en nuestras vidas, muchas veces de manera consciente por razones inexplicables, pero inconscientemente hasta que sean aceptadas, analizadas y al fin resueltas.
Ir al mar, bailar, pintar, nadar en el río, escribir, hablar con amigos a quienes quieres mucho, abrazar a tu familia, ver una película, sentarte a leer un buen libro, darte un tiempo para ti de cualquier manera puede ayudar mucho para sanar en lugar de siempre tener que acudir a las farmacéuticas que sigilosamente pretenden tomar el control de nuestras vidas a través de la “cura” que puede dar una pastilla.
En el Ecuador, que es uno de los diecisiete países megadiversos de los 195 que tiene el mundo, quiero contarles que existe un lugar incríblemente maravilloso llamado Amazanga, un lugar donde existe mucha sabiduría ancestral, sueños cumplidos de gente sanada de enfermedades horribles, paz y calma, mucha consciencia en cada acción, sostenibilidad ambiental, mucho aprendizaje de lo que podemos comprender que es la vida, naturaleza exhuberante, pájaros de colores que parece que hablan en distintos idiomas cuando pueden ser escuchados, piscinas naturales de agua dulce y deliciosa, árboles y plantas cargados de sabiduría y generosidad; también en ese mágico lugar hay mucho amor que tanto le hace falta al caminar de todas las personas en este mundo.
Muchas veces la cura de todas nuestras enfermedades está en nuestra cabeza y usualmente en nuestro corazón, si la humanidad aprendiera a mirarse con mayor compasión entre toda la creación que co-existe seguro no tuviésemos que sufrir tantos daños como por lo general lo hacemos. (O)