Locales de comida con riesgo de colapsar
Los restaurantes aplican estrictos protocolos de bioseguridad en beneficio de los clientes. (Foto El Heraldo)
Las restricciones de movilidad decidida por los COE Nacional y Cantonal han conllevado repercusiones negativas en los restaurantes de Ambato.
Su realidad económica es compleja, porque las ventas disminuyeron en un 70%.
A decir de Mercedes Villacreses, quien forma parte de la ‘Casa El Recreo-Las Gallinas de Pinllo’, el panorama es duro; sin embargo, mantienen el optimismo que vendrán días mejores.
“Hemos tratado de bajar todos los costos. En el mismo porcentaje de reducción de ventas hemos descendido los costos, pero hemos incrementado platos y disminuido precios”, enfatizó.
El objetivo es brindar alternativas para competir y ofrecer lo que el local prepara en beneficio de la colectividad.
El servicio a domicilio lo cumplen aplicando todos los protocolos de bioseguridad; no obstante, reiteró que no es lo mismo que el cliente visite el restaurante.
“Estamos tratando de sobrevivir de cualquier forma ofreciendo diversidad de opciones y al mismo tiempo tratando de mantener a los trabajadores para que no tengan problemas económicos”, recalcó.
Diego Lalama, quien integra el establecimiento ‘Kokoro’, coincidió en que el sector de alimentos viene un decrecimiento desde el año pasado, ya que por ejemplo no todos los restaurantes tienen la capacidad de ofrecer comida a domicilio.
En este punto, indicó que existe una sobredemanda de este servicio. Además, estos costos están siendo absorbidos por el mismo dueño del restaurante, lo cual agrava más la realidad de hoy.
Asimismo, afirmó que hay alimentos que no se pueden llevar a las casas, debido a lo difícil de la logística.
Lo más preocupante es que los locales de comida tienen bastante concurrencia los fines de semana pasadas las 18:00 horas, por lo cual el toque de queda genera una gran afectación que se refleja en el 70% menos en ventas.
A consecuencia de esto, varios restaurantes han reducido personal y han suspendido proveedores; mientras, las obligaciones de arriendo, impuestos y más no han variado. (I)
