Reflejos

Que alguien hable bastante quedo, tenga una pobrísima fluidez verbal, se le dificulte articular con mínima elocuencia un par de oraciones y hasta sufra de lagunas mentales al punto de llegar a desesperar a sus oyentes en cada alocución, no es normal ni mucho menos simpático; y sinceramente, quisiera entender que esto no implica necesariamente un […]