Zapatero a tus zapatos… y nuestras finanzas?

Columnistas, Opinión

Al sentir molestia en el organismo, llámese dolor de cabeza, estómago, fiebre, tos, etc. acudimos a un profesional del ramo, doctor en medicina, quien nos puede solicitar exámenes de heces, sangre, orina, realizar una tomografía, resonancia u otra para diagnosticar de manera eficiente nuestra enfermedad y brindarnos la receta para solucionar nuestras molestias.

Al igual que acudimos al médico para curar nuestro malestar, también visitamos al arquitecto para que plasme nuestro sueño y diseñe la casa o vamos al ingeniero en sistemas con el objeto de arreglar nuestra computadora o establecer algún programa para el negocio.

Considero indispensable acudir a profesionales, dependiendo las necesidades a fin de evitar contratiempos; pero se presenta un problema mayúsculo cuando se trata de nuestras finanzas y  por supuesto para el cálculo de intereses, inversiones, compra y control de materia prima, por lo general obviamos la presencia de un asesor financiero.

Me ocurrió semanas atrás cuando me acerqué a una institución financiera (cooperativa de ahorro y crédito) y solicité un crédito para la compra de un activo, la amabilidad y la sonrisa caracterizaron a las personas que me atendieron, la agilidad en la revisión de los papeles fue impactante, pero cuando nos llamaron a la firma de los documentos, mi sorpresa fue tal, al ver que el crédito solicitado que fue pactado al 15,5% tuvo una  tasa del 23,0%.

Pedí impresión de la tabla de amortización y en efecto en cada pago evidenciaba el 23,0% cifra muy diferente a la pactada inicialmente, al insistir en que el cálculo estaba mal realizado, la “asesora” me pidió disculpas y por supuesto buscaron un culpable “la nueva chica” que está en el área de otorgación de créditos.

No acepté el crédito, porque me indicaron que debía además dejar un porcentaje como “certificado de aportación” el cual no generaba ningún tipo de interés y que solo sería devuelto cuando cerrara la cuenta.

Mi molestia se hace notoria porque existen muchas personas que por la necesidad de contar con liquides, firman todo tipo de documentos y como en muchos casos no conocemos sobre  tasas de interés y amortizaciones, aceptamos todo lo que nos dicen sin contratiempos; es en estos casos cuando debemos acudir a profesionales en materia financiera previo a realizar transacciones que pueden deteriorar nuestro patrimonio y liquidez. (O)

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