Yasuní ITT: petróleo sangriento / Juan Diego Valdivieso Rowland

Columnistas, Opinión

El 8 de marzo de 2021, Petroecuador anunció que iniciará una campaña de perforación con la que espera sostener el perfil de producción del yacimiento en 60.000 barriles diarios durante este año. El gerente de Petroecuador, Gonzalo Maldonado, señaló que este año prevé perforar ocho pozos en Tambococha C, una de las tres áreas de producción en el bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini).

Para el 2022, Petroecuador prevé la entrada progresiva de dos plataformas en el campo Ishpingo, que aún no ha sido explotado y es el más cercano al Parque Nacional Yasuní. Esta área natural es el último refugio del Pleistoceno, albergando miles de especies de mamíferos, aves, reptiles y plantas. El área protegida posee un millón de hectáreas entre Orellana y Pastaza. Allí también habitan los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario (PIAV): Tagaeri y Taromenane. 

En el caso de Ishpingo se contempla la perforación de 72 pozos, 36 en cada plataforma. Se prevé una producción incremental inicial estimada de entre 600 a 3.000 barriles cada uno. Según Primicias, Petroecuador inició la fase de producción del bloque ITT en 2016 y actualmente cuenta con 168 pozos perforados entre productores e inyectores, además de una planta de procesos de fluidos con una capacidad inicial de 650.000 barriles. Además, cuenta con 163 salvaguardias ambientales que permiten mantener “la conectividad del ecosistema y flujo genético de especies”.

Según Yasunidos, en los últimos años ya se han construido cuatro plataformas en Tambococha, realizadas sin la tecnología de punta que el Gobierno dice utilizar. Se instalan mecheros, generadores eléctricos y se construyen carreteras lastradas, como la de 5 km que se hizo durante la pandemia, en medio del Yasuní.

Si los PIAV desaparecen, se constituiría en un delito de etnocidio, establecido en el artículo 57 de la Constitución de la República y en tratados jurídicos internacionales. Asimismo, ya se irrespetan los Derechos de la Naturaleza, en el país que los reconoció por primera vez en la Constitución del 2008.

En el Informe de Viabilidad Técnica del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables de 2013, se señalaba que se aspiraba producir 197.481 barriles diarios en 2021. Sin embargo, en marzo de 2021, Petroecuador señala que obtendrán apenas 60.000 barriles diarios (el 29.5% de lo previsto en ese informe del 2013). Aquí se evidencia una clara subvaloración de las reservas de crudo, estimadas en 1.600 millones de barriles durante el Gobierno de Correa, mientras que ahora Petroecuador dice que hay apenas 458,22 millones de barriles.

¿Extractivismo o conservación? La respuesta es la conservación ambiental. (O)

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