Tu cerebro y la alimentación/ Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica
Nuestro cerebro siempre está encendido, trabajando las 24 horas del día con pensamientos, movimientos, la respiración, el sistema nervioso, los sentidos, entre otros. Por lo tanto, tiene una exigencia muy alta de requerimientos nutricionales especializados. Las investigaciones han demostrado que la alimentación no solamente influye en la salud física, sino que una mala calidad nutritiva contribuye a los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión. Un descubrimiento muy importante muestra que existe una fuerte conexión entre nuestros intestinos y el cerebro; el intestino puede influir en el comportamiento emocional del cerebro y el cerebro también puede alterar el tipo de bacteria que vive en el intestino. La serotonina (neurotransmisor de la felicidad) se produce en un 95% en nuestro tracto intestinal, ayudando en la regulación del sueño, apetito y en el estado de ánimo, por lo cual, una microbiota intestinal sana, juega un papel esencial en la salud mental. Además, varios estudios han encontrado que existe una correlación entre la inflamación intestinal, el sistema inmunitario y la esquizofrenia.
Por consiguiente, se han realizado investigaciones para determinar los alimentos que mejoran la salud mental, la Universidad de Harvard indica que los ácidos grasos Omega-3 y los alimentos con un alto contenido de uridina son capaces de reducir los síntomas de la depresión en igual o incluso mayor medida que tres diferentes medicamentos antidepresivos que se usaron para el estudio. Estos nutrientes se encuentran en el pescado, las nueces y las melazas, entre otros alimentos. Igualmente, los vegetales de hoja verde oscuro protegen el cerebro; las semillas y las legumbres, como los frijoles y las lentejas, también son excelentes alimentos para el cerebro.
En conclusión, es muy importante que comencemos a observar como nos estamos alimentando y como nos hace sentir comer distintos alimentos, ya que si subimos la calidad nutricional nos vamos a sentir mejor tanto física como emocionalmente y podemos prevenir futuras afecciones en la salud mental.
