Tratos y tratos positivos / Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión

En Oklahoma -como en otros estados de Estados Unidos-, se pueden matricular un vehículo todo el año, sin turnos previamente establecidos, en las oficinas de cualquier “matriculador autorizado”. En Oklahoma hay más de setenta “agentes Matriculadores” de carros, ubicados en diferentes sectores de la ciudad. De manera que es posible tener el servicio de uno de ellos a la vuelta de la esquina. Estos agentes no pertenecen a la policía, son ciudadanos comunes que han cumplido con rigurosos requisitos legales y económicos que les faculta desempeñar este tipo de trabajo.

¡Cuando se trata de un vehículo nuevo, el “usuario” presenta los papeles, paga los cargos respectivos, firma un formulario, y en veinte minutos sale con la matrícula y las placas bajo el brazo…jamás hay colas!

Desde el segundo año, la matrícula puede renovarse por correo o por Internet, sin salir de casa. La matriculó es un adhesivo del nuevo año que se pega en la placa.

Y algo que para nosotros puede lucir. No existe revisión vehicular, revisión mecánica del carro, no. ¿Por qué? Por un concepto supremo, indiscutible, que dice:” A quien más le interesa el estado de funcionamiento perfecto del vehículo es a su dueño, a su conductor”.

Por hoy, finalizó con un detalle extraordinario, sentimental si se quiere. El usuario puede solicitar que como número de su placa con usted el nombre de un ser querido, siempre que no pase de seis letras. Si Alicia es el nombre del amor de su vida, ALICIA aparece en la placa. Identificación válida por toda la vida de su carro, o hasta cuando lo venda y cambio de propietario. La “placa ALICIA” le entregan en 24 horas.

Por qué Ecuador no puede imitar ejemplos constructivos como los descritos en esta columna. Porque no sembrar confianza mutua en la conciencia del usuario y de los funcionarios públicos. Confianza que estimule la es estructuración de una sociedad responsable, cien por ciento.

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