Tormentas eléctricas: Eeasa atenta a las demandas de los clientes
La Eeasa está pendiente de las llamadas de los clientes frente a la suspensión del servicio; y, atenta al funcionamiento del sistema frente a las lluvias y tormentas pronosticadas. (Foto El Heraldo)
La presencia de lluvias y tormentas en gran parte de la Sierra y Amazonía entre el 13 y 17 de octubre fue la advertencia meteorológica emitida por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
La tormenta eléctrica registrada la noche del viernes 14 de octubre causó temor y situaciones de emergencias e incluso suspensiones de servicios básicos.
El personal de la Empresas Eléctrica Ambato (Eeasa) determinó acciones inmediatas debido a las descargas atmosféricas. A decir del director de Distribución, Lenin Montaño, las novedades se registraron en San Andrés, Marcos Espinel, Ambatillo, Pilahuín, Quisapincha, San Javier en Patate casi en toda la provincia, “pero lo bueno del sistema de la Eeasa es que es robusto y fuerte y soporta este tipo de descargas. Se fue el servicio y en la mayoría de los casos se avanzó a restablecer en menos de tres minutos”.
Dijo que, el sistema de la Eeasa tiene equipos que permite retomar el servicio automáticamente y resultaron momentáneas las suspensiones con las descargas atmosféricas, “a menos que sean tan fuertes y puedan dañar algún elemento del sistema y pueda ser permanente hasta la solución inmediata”.
Aclaró que, al momento no hay daños y el sistema está sujeto a revisión, “el equipo supervisa el sistema que es susceptible y analiza los datos mediante el recorrido respectivo”.
La tormenta eléctrica incidió en el alumbrado público, que por segundos se apagaba y luego se restituía. Según el funcionario, “no existen daños en los elementos del sistema que es sensible”.
Las descargas atmosféricas en el Oriente ecuatoriano se presentan semanalmente y pasa todo el tiempo, “estamos precavidos y prevenidos; y, sabemos lo que se debe hacer”, indicó.
El Centro de Control de la Eeasa verifica el servicio en el área de concesión (Pastaza, Morona Santiago, Napo y Tungurahua), “desde allí se controla y monitorea todos los elementos y alimentadores, sección robusta del sistema y allí se conoce su funcionamiento y tiempo de reacción”. (I)
