Sombrero manabita y patrimonio cultural

Interculturalidad
Los miembros de las culturas indígenas, como Huancavilcas, Mantas y Caras, históricamente fueron considerados como hábiles tejedores de estos «sombreros de paja toquilla», así como en el arte textil.  (Foto cortesía Ecuadorian Hands) 

El «Tejido tradicional del sombrero de paja toquilla ecuatoriano”, el 5 de diciembre de 2012, fue reconocido por la Unesco dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.  

Esta actividad que se realiza en varios lugares del territorio ecuatoriano, es motivo de artículo detallado sobre este tema. Pero en esta ocasión trataremos algo que resulta muy interesante, señala el investigador Mauricio Quiroz C.  

El trabajo en paja toquilla seguramente se lo hacía ancestralmente en varias actividades incluida la vestimenta, adornos, entre otros; y, la historia convencional indica que 1630, un indígena llamado Domingo Chóez, habría utilizado este material en la fabricación de sombreros al estilo español. En el sector de Xipixapa (así lo escribían los primeros cronistas) y Montecristi se especializaron en la elaboración artesanal del sombrero, señala.

El investigador invita a conocer la etimología del nombre «Jipijapa». Como se indicó al compartir la palabra en su lengua madre (el chachipanu). Los Xptianos, escribieron  Xipixapa. Ahora bien, por costumbre se relaciona la X con la J; pues, en muchas palabras con ese sonido de la  «J»  de escribía como “X”.

También utilizaban X para representar  los sonidos SS o SH, por ejemplo:  Caxamarca era Cassamarca (Garcilazo de la Vega) o México era Meshico (nombre nahualt original), pero ambos nombres actualmente se escriben y pronuncian con el fonema «J».

Nombres como por Xaramixo o Xipixapa (Samano) no sonarían con J, sino con SS o SH muy común en el dialecto chachipanu, explica. 

Así, Xipixapa, sería  Shipisha’pa…¿Suena raro?, veamos su etimologia: Shipi o Sipi  (ssipi) es bueno en tsa’fiki, dialecto chachipanu) SA’pa es fibra. Algunos también la relacionan con la fibra del sapan árbol endémico de América (shili sa’pa significa:  «soga de fibra». El nombre evoca «fibra buena»… entonces no resulta nada raro que en la tierra de las «fibras buenas» sean expertos en el tratamiento ancestral de la paja (fibra).

Y añade, según la historia convencional, los sombreros son de influencia europea a partir del siglo XVII, especialmente en su forma…, pero en la imagen de la representación en cerámica de un personaje jerarquizado de la sociedad Bahía ya desde 500 años antes de Cristo hasta 500 años después de Cristo, en nuestras tierras se usaban sombreros de esa forma.

El material pudo ser cualquiera, desde piel animal hasta tejido de «fibra buena», es difícil saberlo, pero la tesis de que el sombrero de nuestras comunidades, es una herencia castellana, no sería del todo correcta, acota el investigador. 

“En todo caso no sería difícil a nuestros artesanos hacer sombreros ‘a lo español´ con alguna variación de los que ya los venían haciendo al menos 1000 años antes”, expresa Mauricio Quiroz C. 

El Ministerio de Turismo reconoce al sombrero de paja toquilla como emblemática prenda elaborada por hábiles artesanos ecuatorianos de Manabí, Azuay, Cañar y Santa Elena. Se luce a escala mundial por presidentes, artistas, pintores y más viajeros. 

Además, la Secretaría de Estado identifica a Manabí como la mayor provincia exponente del arte de los toquilleros (productores de materia prima), tejedores (artesanías) y comerciantes (venta). La elaboración del sombrero involucra a varios actores que se benefician económicamente de esta actividad. Según el reporte al 2018, cuarenta comunidades de esta provincia dedican su trabaja al tejido tradicional del sombrero de paja toquilla y otras artesanías derivadas de esta.

La población activa de tejedores se encuentra entre (35 – 64 años), quienes se dedican a la fabricación de sombreros. La herencia de su tejido se la transmite a los niños y adolescentes de las comunidades de Picoazá, Pile, Las Pampas, La Solita, San Lorenzo, Cerro Copetón, Cerro de Hojas y Montecristi. (I) 

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