Serie ODS: Objetivo No. 1 fin de la pobreza / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

Continuando con la serie sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en esta ocasión trataremos el primero de ellos denominado: fin de la pobreza.

A través de este ODS se busca para el 2030 poner fin a la pobreza en todas sus formas y en el mundo entero, pues al momento según cifras de Naciones Unidas más de 700 millones de personas siguen viviendo en condiciones de pobreza extrema, luchando además por satisfacer sus necesidades más básicas como salud, educación, acceso al agua y saneamiento.

Informes de dicha organización, señalan que la mayoría de ellas viven en regiones como el Asia Meridional y África Subsahariana, representando alrededor del 70% de las personas que viven en situación de pobreza extrema en todo el mundo.

Aproximadamente la mitad de los pobres del mundo viven en países de ingresos medianos bajos como China, la India, Indonesia y Nigeria.

Sin embargo, este problema afecta también a los países desarrollados pues actualmente hay 30 millones de niños que crecen pobres en los países más ricos del mundo.

Las causas de la pobreza son múltiples y de muy diversa dimensión, sin embargo, es evidente que el desempleo, la inequidad social, la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones a los desastres o enfermedades constituyen variables gravitantes.

Algunas de las metas planteadas hablan de que para el año 2030 se erradique la pobreza extrema, medida por un ingreso por persona inferior a 1,25 dólares al día.

Además, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños que vivan en la pobreza, en sus diferentes dimensiones.

Poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos especialmente a los pobres y más vulnerables.

Garantizar que todos tengan los mismos derechos de acceso a los recursos económicos, así como a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos, incluida la microfinanciación.

Fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables, reduciendo su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos naturales y a otros desastres económicos, sociales y ambientales.

Garantizar recursos importantes procedentes de diversas fuentes, a fin de proporcionar medios suficientes para los países en desarrollo y menos adelantados, poniendo en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones.

Crear marcos normativos sólidos en el ámbito nacional, regional e internacional, sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género apoyando la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza.

En fin, el tema de la pobreza no es un asunto que deba enfrentarse únicamente a través de los gobiernos, sino también desde cada individuo que sienta en su interior la necesidad de salir en ayuda a los demás y hacer de la solidaridad humana su bandera. (O)

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