Semana Santa, momentos de enseñanzas y cambios

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Autoridades eclesiásticas llevaron a cabo las actividades religiosas relacionadas al Jueves, Viernes y Sábado Santo. (Foto cortesía)
 

La Diócesis de Ambato ha realizado esfuerzos por llevar la Palabra de Dios por medio de las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales y virtuales, con el fin de que las familias reflexionen respecto a que todo empieza en Jesús y termina con él. 

Durante el Sermón de las Siete Palabras por Viernes Santo fue el espacio de fe, recogimiento y oración; es decir, fueron las siete últimas frases que Jesús pronunció durante su crucifixión antes de morir, tal como se recoge en los evangelios.

Jesús empezó invocando al Padre, pidiendo perdón por aquellos que no han entendido el misterio de su vida; por lo tanto, no saben lo que hacen y por eso termina con la séptima palabra diciendo ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’ para así entregarse a Dios totalmente y definitivamente y esa es la gran lección en la cruz, que debe entender el ser humano; es decir, todo empieza en Jesús y termina con él. 

La pandemia que vive la humanidad  ha dado grandes lecciones, una de ellas es la que tiene relación con la séptima palabra de Jesús; es decir, entender lo frágiles, débiles y mortales que somos los seres humanos, porque los avances de la ciencia y la tecnología en el último siglo nos hicieron pensar que se podía controlar todo, y lo que quedaba en el corazón era soberbia y autosuficiencia, porque nos hicieron creer que las personas eran capaces de controlar el universo, la vida, la fertilidad, nacimientos e incluso algunas enfermedades, sostuvo monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato. 

Pero esta crisis mundial de salud hace volver sobre la soberanía de Dios, por ser el Creador. A pesar de las conquistas y éxito de la humanidad, al final somos polvo de sus manos, polvo sobre el que Dios perdió su cielo. Somos su tesoro y su gloria. 

Las personas que van a la deriva terminan frustradas o inclinando la cabeza delante de Dios, como muchos médicos ateos en España. Hay que salir al encuentro de Jesús declarando que es Padre y con la confianza de ponernos en las manos de Dios, esas manos que recogen las luchas, temores y devuelven la gracia y bendición, añadió la autoridad religiosa. (I)

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