¡Seguimos pobres! / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

En terminos generales y desde la optica material, la pobreza se refiere a una carencia de bienes o servicios, siendo mas explicito pobre es aquel que no tiene algo que necesita o que carece de recursos para acceder a las cosas que necesita como alimento, vestido, educación o techo.

No obstante de lo manifestado, la pobreza va mas allá de la falta de ingresos para sostener una vida sostenible, la pobreza es un problema de derechos humanos como el acceso a una salud y educación dignas; así tambien la pobreza hace referencia a la ausencia de una actividad social y económica inclusiva, en donde los que menos tienen puedan participar activamente en la adopción de decisiones como el empleo o el emprendimiento. Evidentemente la pobreza no se soluciona con la entrega de dádivas como bonos de pobreza. 

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) manifiesta que son pobres aquellos individuos cuyo ingreso total per cápita es inferior a la linea de pobreza, la misma que viene siendo el nivel de ingreso mínimo que necesita un individuo para no ser considerado pobre; esta linea de pobreza se va actualizando con el tiempo a través del Indice de precios al conumidor (IPC). En fin, el Inec considera a una persona pobre si percibe un ingreso famiiar per cápita menor a $84,99 mensuales, y pobre extremo el individuo que percibe menos de $46,90.

A Septiembre del 2019, el 23,9% de la población ecuatoriana es pobre, y el 8,7% vive en una pobreza extrema. En lo que respecta a nuestra ciudad, el 8,4 % de la población es pobre, mientras que el 2,9% de la población vive en una pobeza extrema.

Ahora bien, si el ingreso mensual total de un hogar tipo (compuesto por 4 miembros)  es de $735 mensuales aproximadamente y el valor de la canasta basica según el Inec es de $719, facilmente una familia cubre sus necesidades basicas; sin embargo este hogar no esá en capacidad de adquirir una vivienda propia, por tanto en la práctica tambien son pobres; concomitante con ello no podemos habar de calidad de vida.

Evidentemente, una sociedad alcanza una calidad de vida cuando su gobierno trabaja en función de fortalecer una democracia participativa e inclusiva, y construye a través de la inversión pública oportunidades orientadas a mejorar la educación, la salud y el empleo.

Esta tendencia, nos invita a reflexionar en el sentido de que la población ecuatoriana aún no puede satisfacer sus necesidades ni  alcanzar una vida plena como reza la Constitución de Montecristi del 2008. Ciertamente doce años después de esta famosa constitución, no tenemos una sociedad ni incluisiva, ni equitativa ni solidaria. Peor aún podemos aspirar a mejorar nuestra Calidad de Vida. Conclusión ¡Seguimos Pobres!. (O)

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