S.O.S Control a tarifas de servicios médicos / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión

En tiempos de pandemia, los requerimientos de servicios médicos, se han incrementado en proporción geométrica, por obvias razones, millones de familias en el mundo debieron atender la necesidad de salud para algunos de sus integrantes, por haberse contagiado con este mal del siglo COVID 19. Ecuador no fue la excepción los servicios de salud privada, debieron redoblar esfuerzos para atender la gigantesca demanda de medicinas, atención y médicos. El uso de farmacias, laboratorios clínicos, centros médicos, clínicas y hospitales privados, consultas medicas, tratamientos, terapias y lamentablemente hasta funerarias, crecieron sin dar tregua, pero también sin control.

De manera inmediata, las denuncias no se hicieron esperar, mascarillas  e insumos médicos se compraban desde entidades públicas, cobijados con la declaratoria de emergencia con precios exorbitantes, mascarillas en farmacias que se vendían por unidad, con precios de docena, escases de algunos medicamentos en entidades de salud pública, que también no había en farmacias y que, sorprendentemente se vendía libremente  a través de redes sociales a precios sin control con 600 y hasta 800 % sobre su precio de mercado. Médicos que sin ninguna razón técnica unilateralmente decidieron incrementar el valor de sus honorarios por consulta sobre el 50% adicional.

Laboratorios clínicos que ofrecían realizar pruebas PCR u otras a valores altos. Clínicas y hospitales privados que fijaban sus tarifas de uso de camas, quirófanos, medicamentos, sin ningún control. Lo peor de todo es qué las autoridades que deben supervisar, regular, controlar y sancionar a quienes infringen o especulan con el dolor ajeno, para obtener recursos adicionales que si la situación hubiera sido normal. En este contexto es urgente que se tome control de quienes deben hacerlo, para evitar se siga dando estos abusos, incluso el Servicio de Rentas Internas porque gran parte de los médicos cobran honorario por atención profesional y no emiten factura por ese ingreso, es decir están evadiendo el pago de impuestos.

Finalmente es necesario que los perjudicados denuncien este tipo de abusos y las autoridades competentes, que estas realicen un control más riguroso tal como indico el Presidente de la república que no habrá contemplación con quienes lucraron excesivamente a costa del dolor de quienes perdieron familiares o se infectaron, pero también es necesario que los prestadores médicos, tal como ha sucedido en otros sectores de la economía, pongan su dosis de solidaridad. (O)

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