Riesgo país

Columnistas, Opinión

La estabilidad de un gobierno parecería estar ligada al trabajo de las empresas que califican el riesgo-país. Este indicador sostiene su gestión o la pone en decadencia. Para el Ecuador, el riesgo-país, deja al país en riesgo.

Este concepto, del que muchos hablan y pocos entienden con precisión, es un número que señala las posibilidades de pago. Normalmente, muestra el grado de incertidumbre en el otorgamiento de préstamos a una nación y mide la capacidad para cumplir con los créditos e intereses al momento de su vencimiento. Dicho en otras palabras, determina cuál es la predisposición para honrar las obligaciones contraídas con los acreedores.

Hay múltiples factores que influyen en la variabilidad de este índice: inflación, liquidez, devaluaciones, vencimiento de la deuda externa, peligro de incumplimiento del servicio de dicha deuda; etc. Pero no son los únicos, otros factores del entorno influyen: estabilidad política, macroeconómica y fiscal; situación climática; fortaleza bancaria; etc. Existe un cúmulo de variables relacionadas con la política que determinan el riesgo-país.

De esta forma se entiende que, el candidato a la vicepresidencia de la República, haya relacionado la muerte del candidato Fernando Villavicencio con factores económicos externos. A su parecer, el riesgo-país mejoró al día siguiente del lamentable suceso. Más allá de la veracidad o falsedad del hecho, la forma y el momento del comentario resultaron poco apropiados. 

También, de esta forma es comprensible que, al día siguiente de las elecciones presidenciales anticipadas, tras el triunfo a Daniel Noboa, el riesgo-país del Ecuador se colocara en 1.748 puntos, es decir, 91 puntos menos que el domingo 15 de octubre. Los entendidos creen que esta baja sería una pequeña muestra de alivio de los mercados con respecto a la incertidumbre electoral previa.

Sin embargo, esta señal mínima de mejoría no puede ser considerada un signo de recuperación económica. Para muestra, basta recordar que el riesgo-país cayó 345 puntos, en abril de 2021, con el triunfo de Guillermo Lasso y se ubicó en 824 puntos. Lástima, dos años después, ha crecido más del doble. 

La reacción por la victoria del nuevo presidente resulta tibia, pues 1.748 puntos no dejan de ser sumamente altos. Al mercado le quedan dudas sobre el próximo gobierno de quince meses y sobre lo que podría pasar en las siguientes elecciones presidenciales del 2025. El presidente electo tiene un gran desafío. El riesgo-país baja, pero el país no deja de estar en riesgo. (O)

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